PSA y Fiat se fusionan para formar el cuarto grupo mundial de automoción
paula rosas | parís
La boda se confirma. Fiat Chrysler Automobiles y el Grupo PSA, con marcas como Peugeot y Citroën, corroboraron oficialmente ayer su proyecto de fusión y las condiciones en las que se llevará a cabo: se tratará de una unión al 50%, su sede estará en Holanda y el director general será Carlos Tavares, actual presidente de la junta de directivos del fabricante francés. El acuerdo se firmará en las próximas semanas y el gobierno francés ya ha dado su visto bueno al proyecto.
Los grupos calculan que la fusión supondrá un ahorro anual en costes de 3.700 millones de euros debido a las sinergias creadas entre los dos fabricantes, sin que esto suponga, según han dicho en un comunicado conjunto, «el cierre de fábricas».
El acuerdo creará el cuarto mayor grupo de automoción del mundo con 8,7 millones de vehículos producidos al año y una cifra de negocios consolidada de unos 170.000 millones de euros. Los grupos han dado a sus respectivos equipos el mandato para finalizar las discusiones y concluir un «memorándum de entendimiento» en las próximas semanas.
Bruno Le Maire, el ministro francés de Economía, ha acogido «favorablemente» el proyecto de fusión que «refuerza la solidez» del grupo francés (del que el Estado es partícipe) y, por lo tanto, «lo protege potencialmente de la competición mundial». Los grupos, argumenta Le Maire, son «complementarios» ya que «Fiat es también Chrysler, es decir, son los Estados Unidos». Efectivamente, el acuerdo abrirá a PSA la puerta del mercado americano, tanto en Norteamérica como en América Latina, donde FCA tiene los mayores márgenes. El gobierno galo asegura, no obstante, que se mantendrá «vigilante» para que se mantengan las fábricas en Francia y para que el nuevo grupo mantenga su «compromiso» sobre la creación de una filial industrial europea de baterías eléctricas.
Los accionistas de los dos grupos tendrán el 50% del capital de la nueva entidad y compartirán, según el comunicado, a partes iguales los frutos de su unión. El consejo de administración estará compuesto de 11 miembros, 5 de ellos nombrados por Fiat Chrysler -entre ellos el patrón de la compañía italo-americana, John Elkann, que será presidente del nuevo grupo- y 5 por PSA. El undécimo será Carlos Tavares, que será director general por una duración inicial de 5 años. La sociedad tendrá sede en Holanda -los grupos no han especificado las razones-, y cotizará en las bolsas de París, Milán y Nueva York.
La fusión permitirá, según los fabricantes, reforzar sus marcas «en los segmentos de lujo, premium, generalistas, SUV, vehículos pesados y utilitarios ligeros» y permitirá unir fuerzas en tecnologías de movilidad sostenible, especialmente en «motores eléctricos, vehículos autónomos y tecnologías digitales y conectadas». Los desafíos tecnológicos, comerciales y ecológicos del mercado automovilístico prácticamente obligan a fabricantes de talla media como PSA o FCA a entenderse para sobrevivir en un mercado dominado por gigantes como Volkswagen, Renault-Nissan-Mitsubishi y Toyota. La fusión permitirá reducir costes en tecnología, en las cadenas de fabricación, además de permitir una capacidad de compra más importante debido al mayor tamaño del grupo.
La confirmación del proyecto de fusión llega cuatro meses después del fracaso de las negociaciones para una unión entre FCA y Renault-Nissan.