Bruselas avisa al futuro Gobierno que bajar la deuda será prioritario
salvador arroyo | bruselas
La advertencia no es menos incómoda por mucho que fuera previsible. Hace apenas un mes, antes de las últimas elecciones, la Comisión Europea alertó a España por carta de que su borrador de Presupuestos para 2020 (segunda prórroga del último de Mariano Rajoy) presenta un «riesgo de desviación significativa» porque refleja un mayor nivel de gasto en medidas sociales sin fuentes de ingresos complementarias que lo compensen. Siguiendo el procedimiento, tras esa carta este miércoles Bruselas emitió un informe de evaluación más elaborado que mantiene el mismo tono de reproche.
Lo uno llevó a lo otro y así viene sucediendo los últimos cuatro años. El aviso es claro: si finalmente eclosiona el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, éste tendrá que aportar unas cuentas creíbles, actualizadas, que atenúen esa «desviación» al mismo tiempo que mantengan la mira apuntando hacia una rebaja del endeudamiento.
En trazo grueso: si vas a gastar más procura ingresar más y aprovecha los ‘extras’ para reducir los números rojos. Porque aunque se augura que España continuará creciendo por encima de la media europea (dentro de un contexto general de desaceleración), los técnicos del Ejecutivo comunitario tienen claro que los repuntes serán insuficientes para que el país cumpla con los requisitos del Pacto de Estabilidad.
«Los Estados miembros con niveles de deuda muy elevados, como Bélgica, Francia, Italia y España, deberían aprovechar los menores gastos en intereses para reducir su deuda. Debería ser su prioridad», subrayó Vladis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable del euro. En este sentido, el objetivo para toda la zona euro es que la relación deuda-PIB (Producto Interior Bruto) disminuya al 86% este año y al 85% el próximo, aunque el ratio recomendado se sitúa en el 60%.
España no alcanzará las medias proyectadas en ninguno de los dos ejercicios (96,7% para este 2019, según las previsiones de otoño). A años luz de una Italia, la tercera economía del euro, con el 136,8% y por detrás de Bélgica (99,6%) o Francia (98,9%). «No creemos que estos Estados hayan aprovechado la bonanza económica para sanear sus finanzas públicas», remarcó el comisario letón.
Las cuentas presentadas por esos países cojean también en la variable ingresos-gastos. En el caso de España, su déficit estructural, el que no tiene en cuenta los ciclos económicos y se concentra en analizar la solvencia de las finanzas públicas, plantea un desvío del 0,8%, dos décimas superior al cálculo realizado por el Gobierno español. Este mantiene la previsión de ajustarlo al 2% este año, pero según la Comisión Europea se situará por encima (2,3% y 2,2% en 2020). «El plan presupuestario español se presentó dentro de una hipótesis sin cambios políticos. Y ese plan conlleva riesgo de incumplimiento en un país con uno de los niveles más altos de deuda. Es importante que siga reduciendo su déficit presupuestario».
Presupuesto «actualizado» Dombrovskis lanzaba así un mensaje al futuro Gobierno de coalición rehuyendo entrar en detalles sobre si este genera inquietud en Bruselas. «Esperamos que se nos presente lo antes posible un plan más completo y actualizado. Nosotros no comentamos acuerdos políticos gubernamentales -medió también Pierre Moscovici, comisario europeo de Asuntos Económicos-. Nosotros decidimos y evaluamos en función de realidades concretas».
Además de Italia, Francia, Bélgica y España, la Comisión señala a Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia como los otros países cuyos presupuestos incumplirían el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Alemania, Irlanda, Grecia, Chipre, Lituania, Luxemburgo, Malta, los Países Bajos y Austria, cumplirían sin problemas y «ampliamente» en los casos de Estonia y Letonia. La Comisión volvió a mirar hacia Alemania (que tendrá un endeudamiento por debajo del 60% del PIB) y Holanda, porque «tienen excedentes (presupuestarios) enormes», para animarles a realizar un mayor esfuerzo inversor. «Ya han empezado a hacerlo, pero pueden hacer mucho más», incidió Moscovici, ya en el tramo final de su mandato, ante las perspectivas de una desaceleración económica mayor.