La pandemia castiga más a los trabajadores extranjeros
Las consecuencias de la crisis sanitaria se han dejado sentir, de un modo u otro, en prácticamente todos los trabajadores del país, pero de modo mucho más virulento entre la población extranjera. Tanto en paro registrado como en afiliación, los peores resultados corresponden a los nacionales de terceros países. Hasta el punto de que si la destrucción de empleo entre los españoles refleja una caída del 3,2% respecto a antes de la crisis, entre los extranjeros se agudiza hasta el 4,6%. Incluso supone casi el doble de empleo perdido para quienes proceden de países de fuera de la Unión Europea, según un informe publicado por el sindicato UGT.
Más concretamente, en la última semana de marzo, cuando se dio el grueso de la destrucción de empleo, uno de cada cinco afiliados perdidos tenía nacionalidad extranjera, mientras que la mitad de contratos indefinidos que se pusieron fin en ese periodo fueron de extranjeros (un total de 181.905). Además, la pérdida de afiliación en alta en Seguridad Social implica que los trabajadores extranjeros entraron en ERTE en menor medida que los de nacionalidad española. Asimismo, durante el periodo de febrero a junio del año 2020 el paro registrado ha aumentado para todas las nacionalidades y para ambos sexos, pero el incremento ha sido particularmente acusado en el caso de la población extranjera, ya que ha repuntado un 29,2% el total de personas de este colectivo que constan como paradas registradas con respecto al mes de febrero, y con mayor incidencia aún para los extracomunitarios. Por otro lado, las mujeres, con independencia de la nacionalidad, ya partían de una posición peor en el mes de febrero con cifras de paro registrado más altas que los varones, y su situación ha seguido empeorando en este periodo, en particular la de mujeres nacionales de terceros países.