El Gobierno quiere acabar con el despido: los Erte salen más baratos
Por primera vez la economía cae cuatro veces más que el empleo, cuando en otras crisis van a la par
Alemania lo tiene claro: salen más baratos los Erte que el paro. Por eso el Gobierno de Angela Merkel se lo pone en bandeja a las empresas para que, antes de recurrir a los despidos, ante una caída de la actividad o de facturación transitoria o ante una crisis económica, recurran preferentemente a las suspensiones de empleo o reducciones de jornada. Así sucedió ya en la anterior crisis y, evidentemente, así está siendo ahora en tiempos de pandemia.
Para España los Erte, aún estando recogidos en el marco laboral desde hace décadas, eran prácticamente unos completos desconocidos hasta ahora, que han asumido un protagonismo total y se han erigido como la herramienta salvadora del empleo. Cerca de cuatro millones de trabajadores se han acogido a un expediente por covid-19 que conlleva grandes ventajas tanto para la empresa como para los trabajadores. Por primera vez la economía cae cuatro veces más que el empleo, cuando en otras crisis van a la par.
«Éxito total»
El consenso de que los Erte han sido un éxito es total. Así lo considera no ya el Ejecutivo, sino también la patronal, los sindicatos y expertos económicos. En vista de esto, el propio presidente del Gobierno manifestó sus intenciones a futuro: «Los Erte han venido para quedarse». Pero para que eso suceda será necesario hacer ciertos cambios en esta figura jurídica que hasta ahora no había sido apenas utilizada, salvo en grandes empresas, como el sector de la automoción. Porque si se han aplicado masivamente en los últimos meses, es porque han supuesto ventajas para las empresas (que ni han pagado salarios ni gran parte o nada de las cuotas de sus empleados) y para los trabajadores (que mantienen el 70% de su sueldo incluso transcurridos seis meses y no consumen paro).
Una vez pase esta crisis, el Gobierno trabajará con los agentes sociales para «modernizar» este mecanismo con el objetivo de que «respondan mejor» a la necesidad de sustituir las medidas de flexibilidad externa (despidos) por medidas de flexibilidad interna (reducciones de jornada o suspensiones temporales de empleo), según confirmaron a este periódico fuentes del Ministerio.
¿Qué ventajas se mantendrán en los nuevos Erte postpandemia? Desde el Gobierno se muestran prudentes, aseguran que contemplan «diversos escenarios», pero precisan que quieren establecer un modelo permanente de «financiación compartida». La idea ha sido acogida con entusiasmo por todas las partes. Los sindicatos consideran que no habría que hacer grandes cambios. No creen que haya que mantener exoneraciones en las cotizaciones sociales, al menos con carácter general, aunque abren la puerta a que se establezcan unas condiciones para cuantificar si la empresa, dependiendo de su necesidad, tendría derecho a algún tipo de bonificación. «No vamos a exonerar a todas las empresas porque habrá que ver una a una».