La pandemia congela los incrementos de precios de la cuesta de enero
2021 será un año mejor a nivel económico que el que dejamos atrás. Con la vista puesta en la vacuna, el optimismo y el levantamiento de las restricciones reactivará la economía, pero los precios de los servicios básicos no se verán tan alterados como en otros ejercicios. Al margen de la inflación, las doce campanadas anunciarán una cuesta de enero que se ha intentado atenuar desde las administraciones para no añadir más dificultades a la mala situación económica de miles de familias.
La factura de la luz bajará un 13% después de que el Gobierno aprobara este mes de diciembre la creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico para sacar del recibo las primas a las renovables y que asuman parte de este coste las energéticas. Esta medida intenta «evitar subidas en el precio de la electricidad», según el Ministerio de Transición Ecológica. Esa rebaja prevista del 13% no se hará en 2021, sino que será un descenso durante los cinco años siguientes a la puesta en marcha del fondo. Las firmas que venden hidrocarburos, gas y luz -por este orden- asumirán ese coste. Además, desde el ministerio que dirige Teresa Ribera apuntan que si no se crease este mecanismo, los costes fijos del recibo para los consumidores domésticos (aquellos que representan hasta un 40%) podrían incrementarse alrededor del 10%, lo que supondría una subida media del 6,5% en un solo año. Aún así, no se puede descartar que las energéticas acaben por repercutir en sus clientes este nuevo coste en sus precios.
La gasolina, sube. Este mismo fondo energético puede suponer el alza de los combustibles, tal y como avisan las petroleras. El sector calcula un incremento medio del precio de los carburantes de 0,07 euros por litro si tienen que asumir la mayor parte del coste del fondo.
Eso sí, la subida del impuesto al diésel anunciada por el Gobierno se ha sacado finalmente de los Presupuestos Generales de 2021, que ya han sido aprobados por el Congreso. Esto se traduce en que el diésel seguirá gravado a 30,7 céntimos por litro, en vez de a 34,5 céntimos propuesto inicialmente. La idea del Ejecutivo era hacer una equiparación progresiva de este impuesto con el de la gasolina, que se fija actualmente en 40,25 céntimos por litro.
Autopistas, bajan. Los peajes darán un respiro al bolsillo de los usuarios y no subirán de precio en 2021 si se implanta la fórmula automática de cálculo, la revisión anual que el sector pactó con el Gobierno en 2002. Y por ahora desde el Ejecutivo no han anunciado cambios en los precios de las autopistas, por lo que la fórmula supondría que las tarifas fueran un 0,11% más baratas en 2021 porque está basada en el IPC y la evolución del tráfico, ambos a la baja este año por la pandemia.
Transportes, se mantienen Las tarifas de Aena y Renfe no sufrirán cambios en 2021 por el impacto de la pandemia en el sector del transporte, que busca así un mayor impulso de la demanda el año que viene. En el caso de Renfe se suma además que en 2021 llegarán los nuevos competidores para los trenes de alta velocidad, que harán más competitivo el mercado.