Aznar no moverá ni un ápice su política económica
«Nadie va a impedir que la sociedad española siga avanzando», informó el presidente del Gobierno en un encuentro con empresarios de la construcción, donde advirtió que la huelga general no le hará cambiar ni un ápice su política económica y que seguirá adelante con las reformas, incluida la del desempleo, mientras haya un solo parado en España. En el mismo discurso, José María Aznar, calificó de decepcionante la actitud de los sindicatos, a los que acusó de sembrar la confusión con la convocatoria de la huelga general del próximo día 20 y tampoco ahorró críticas a la oposición que considera víctima de «la tiranía del corto plazo» por interés electoral. Con el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, a su lado, y ante la junta directiva de la Confederación Nacional de la Construcción, Aznar presentó un balance positivo de su política económica en los seis años que lleva en el Gobierno para intentar demostrar que la huelga general no tiene sentido y que, por el contrario, no servirá para que modifique su trayectoria que piensa completar hasta el final de la legislatura. Esgrimió los datos de crecimiento de la economía española, especialmente en los dos últimos años en que la crisis económica afectó a muchos países europeos, y la reducción del paro a la mitad. A su juicio, la crisis económica ha puesto a prueba, con resultados positivos, la eficacia de las medidas adoptadas en la pasada legislatura con una visión de futuro y perspectiva del largo plazo. Resultados «Los resultados son los que cuentan», dijo y argumentó esta visión optimista con datos de crecimiento del empleo, la tasa de convergencia con otras economías europeas y el equilibrio presupuestario. «En estos momentos», añadió, «nos encontramos en la línea de salida de la recuperación económica sin tener que sacrificar ni uno sólo de nuestros objetivos». Ante estos resultados, Aznar se declaró «absolutamente seguro de que el camino emprendido es el correcto» y por eso garantizó a los españoles que el Gobierno «va a seguir haciendo lo que tiene que hacer y para lo que tiene legitimidad democrática: gobernar». En la misma línea, advirtió a los sindicatos de que «no estamos dispuestos a retroceder», al tiempo que confirmó que el Gobierno aplicará sus proyectos reformistas «incluso cuando tengamos amenazas». «Lo más fácil habría sido replegarse y buscar el empate», abundó. «De eso, nada. Queremos ganar el partido y seguir avanzando», añadió.