El endeudamiento de los hogares es ya el 95% de la renta bruta anual

El servicio de estudios de La Caixa ha calculado en su informe anual que este endeudamiento de los hogares ya supone el 95% de la renta bruta familiar disponible, frente al 90% que representaba en el ejercicio anterior. Para pagar de una sola vez el saldo de la deuda que mantienen las familias serían necesarios casi todos sus ingresos de un año: salarios, rentas de capital, subvenciones percibidas... Ese desembolso no se tiene que realizar en doce meses, lógicamente, sino en los plazos de amortización pactados. Pero es significativo que en el 2001 los intereses pagados por las familias fueran equivalentes al 4,5% de su renta disponible bruta, medio punto más que en el año anterior y una cuantía similar a la de 1995. Los 18.846 millones de euros abonados por las familias en concepto de intereses de la deuda pesan en las cuentas de los hogares relativamente menos que hace siete años a causa de la inflación acumulada desde entonces. Pero en 1995 el precio oficial del dinero osciló en España entre el 7,35% (el más bajo en veinte años) y el 9,25%, y ahora está en el 3,25%. Los hogares pagan prácticamente lo mismo a tipos más bajos porque se han endeudado mucho más. La preocupación de la autoridad monetaria radica en el fuerte ritmo de crecimiento del endeudamiento de las familias en los últimos tiempos, estimulado por esos tipos de interés bajos y por la confianza de los consumidores, tras una etapa de bonanza en la creación de empleo. Los hogares se inclinan por invertir en el inmobiliario ante la incertidumbre de los mercados. No hay que olvidar que la inversión bursátil se anotó en el 2001 pérdidas por segundo ejercicio consecutivo. Y aunque el pasado año las compras de viviendas aumentaron a menor ritmo que el ahorro financiero (depósitos, acciones, deuda, fondos de inversión), una alta proporción de familias sigue destinando sus ahorros a la inversión en inmuebles, en la que aprecia alta rentabilidad, pero que también incrementa en mayor medida su endeudamiento. En consecuencia, la deuda de las familias crece con celeridad. En el 2001 se elevó hasta representar el 33,6% de sus activos financieros, con aumento anual de 2,7 puntos, y ya representa una cuantía equivalente al 61,1% del Producto Interior Bruto, 2,6 puntos más que un año antes. El servicio de estudios de La Caixa apunta que esta situación no es única. Las familias alemanas están más endeudadas que las españolas, por ejemplo. Consecuencia del aumento del endeudamiento y de las minusvalías experimentadas por los títulos, la riqueza financiera neta de las familias (valor de su cartera a precios de mercado, menos el saldo de la deuda) totalizó 783.621 millones de euros en 2001, lo que supone un retroceso del 1,4 % respecto al ejercicio anterior. Es la primera vez que baja en varios años