Aznar asegura que el Estado no va a ayudar a quien no lo necesita

El discurso de Aznar fue recibido con entusiasmo por los participantes en la Asamblea anual del BDI, el poder fáctico de la primera potencia económica de Europa, cuyo presidente, Michael Rogowski, inquietó al canciller Gerhard Schröder, al calificar las reformas aplicadas por el actual gobierno germano como insuficientes para crear más puestos de trabajo. Aznar, que cenó en la noche del lunes con un selecto grupo de empresarios alemanes, defendió con tenacidad su política de flexibilidad laboral y cosechó una ovación, durante la ceremonia de inauguración, cuando afirmó que una política de crecimiento es «la mejor política social» que se puede aplicar en Europa. El presidente español también destacó que los miembros de la Unión económica y monetaria debían coordinar sus políticas presupuestarias para proteger la moneda única. «Si esto no sucede el euro puede debilitarse», dijo Aznar, que también aprovechó la importante tribuna de Berlín para defender la reforma de desempleo decretada en España. «El sistema y el Estado del bienestar está concebido para ayudar al que lo necesita, ofrecer oportunidades al que las busca e incentivos al que quiere trabajar, pero no puede estar beneficiando pasivamente a quien no lo necesita o a quien no muestra el deseo para encontrar un puesto de trabajo», dijo José María Aznar, en otro pasaje de un discurso que fue calurosamente aplaudido por los industriales alemanes que exigen reformas más radicales en el ya rígido mercado laboral de los germano. Durante el encuentro con los representantes de la industria alemana, el canciller Schöder se vio obligado a defender la política económica adoptada por su gobierno y rechazó las criticas lanzadas por el presidente del BDI. CC.OO. y UGT denunciaron ayer que el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, intenta eludir la responsabilidad que, según el Tribunal Constitucional, tiene de negociar con los sindicatos de forma integrada los servicios mínimos de transportes para la huelga general del próximo 20 de junio, al canalizar dichas negociaciones sectorialmente a través de las distintas empresas públicas de transporte. El Congreso rechaza la retirada El pleno del Congreso de los Diputados rechazó ayer las proposiciones no de ley de los grupos Socialista y Mixto para la retirada del real decreto ley de reforma del desempleo con los votos del PP y el apoyo del CiU y Coalición Canaria, si bien estas dos últimas formaciones advirtieron que fijarán su postura definitiva el próximo jueves, cuando se debata la convalidación de ese real decreto. El socialista Ramón Jáuregui realizó una encendida defensa de su propuesta de retirada del decreto de reforma del desempleo, por entender que es un grave retroceso y una «represión» de los derechos de los trabajadores, que se lleva a cabo en un momento en que no es necesario tomar medidas tan drásticas para atajar unos problemas que se pueden solventar con la legislación actual y la labor inspectora. Lo más grave de todo este proceso, a juicio de Jáuregui, es que procede de una filosofía expuesta en el Congreso de los Diputados por el propio José María Aznar, que «minimaliza al parado, le considera un pusilánime, un parásito que cobra de los demás» y «eso no se puede pensar de un peón del campo que rechaza una oferta de empleo casi inhumano, de sol a sol, como autónomo, y por cinco mil pesetas al día, que es lo que se oferta a toda la mano de obra inmigrante».