Los asalariados trabajan gratis para el Estado durante seis meses al año

«Si sumamos los impuestos y la cotización a la Seguridad Social», dijo Eguidazu, se produce una «brecha fiscal -la diferencia entre lo que uno cobra y lo que uno recibe- de aproximadamente el 47%». «Es decir, el 47% de lo que ingresamos como media se lo lleva el Estado por una u otra vía, eso significa que un asalariado medio está trabajando gratis para el Estado hasta el 21 de junio de cada año», puntualizó. En el caso de gente que gana unos 30.000 euros anuales, ese tiempo que trabaja supuestamente «gratis para el Estado» se prolongaría incluso más, dijo, exactamente «hasta el 7 de agosto». A partir de esa cantidad de renta, continuó, «la situación mejora sencillamente porque las cotizaciones están topadas». «Los salarios altos no pagan a la Seguridad Social por la totalidad sino por la base de cotización, que tiene un tope», y que también afecta luego, añadió, a la hora de recibir prestaciones. Eguidazu propuso que fueran los propios trabajadores quienes gestionaran los impuestos a partir de sus salarios y no las empresas para ser «conscientes» de todo lo que pagan, y porque así serían más exigentes en cuanto a cómo debería distribuirse el gasto público. El documento presentado ayear por el Círculo de Empresarios consta de dos partes, en la primera se proponen modificaciones a la propuesta de nuevo IRPF del Gobierno y en la segunda ideas de lo que, a su modo, debería incluir una reforma fiscal. El Círculo propone que el tipo máximo del IRPF se aproxime al de Sociedades, que está en el 35%, que se estudie la viabilidad de un Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas con un mínimo exento elevado y un tipo único. En el documento se valora la reforma del IRPF del Gobierno pero se destaca que, por «su timidez cabe calificarla más que como una reforma como unos retoques más efectistas que efectivos» por lo que plantea numerosas objeciones. Entre otras, se advierte de que las rentas de entre 27.000 y 80.500 euros anuales «quedarán casi igual» por los efectos de la inflación, y se pone en duda la efectividad administrativa para gestionar la novedosa «paga» de cien euros mensuales para las madres que trabajan fueran de casa con hijos menores de tres años .