Enagás ofrece un mínimo de 158 acciones a los particulares
BP ha confirmado la compra del 5% del capital de Enagás en la Oferta Pública de Venta y se convierte en la única compañía del sector de la energía que accede por este camino a estar presente en la empresa propietaria de las infraestructuras gasista. Aspira, incluso, a ocupar un puesto en el consejo de administración, frente al rechazo que la operación ha suscitado finalmente en las eléctricas y la petrolera Cepsa. Por otra parte, todos los demandantes particulares de acciones de Enagás van a recibir un mínimo de 158 acciones por las que pagarán 1.027 euros. Así resulta del prorrateo realizado una vez conocidos el precio definitivo de 6,5 euros por acción (un 16 % menos que el máximo establecido), las órdenes de compra y la asignación por tramos. Enagás se estrena en Bolsa este miércoles, 26 de junio. En el preocupante clima del mercado de valores, los inversores minoristas revocaron el 19,24% de los mandatos de compra presentados durante el periodo de suscripción preferente y las acciones finalmente atribuidas a este colectivo se van a repartir entre los 255.575 peticionarios confirmados. Las 8.809 solicitudes de compra formuladas después del periodo preferente no podrán adquirir títulos en la OPV. Los mandatos de compra por importe de 6.000 euros -máximo permitido para el tramo minorista-, recibirán 669 acciones, que les supondrán una inversión de 4.348,5 euros. Según ha comunicado Gas Natural, al reparto final por tramos (minorista, 52,9 millones de acciones; institucional nacional, 42,57 millones de acciones, e institucional internacional, 45,6 millones de títulos) supone que el 11 % del capital total de Enagás ha ido a parar a inversores «no convencionales». Además de BP, han comprado participaciones varias cajas de ahorros, Bancaja y la Caja de Ahorros del Mediterráneo entre ellas. También Gas de Euskadi adelantó su intención de acudir a la OPV. Aunque la desinversión de Gas Natural en Enagás se hizo para garantizar la independencia de funcionamiento las cuatro compañías eléctricas y Cepsa han optado por no acudir a la OPV. En el clima de tradicional desencuentro que caracteriza la relación de estos sectores, las eléctricas se han justificado con alusiones a la rentabilidad de la inversión, y desde Gas Natural se les ha acusado de haber realizado grandes desembolsos en otras áreas de actividad, con mayor o menor éxito.