Las razones de la debacle

1. ¿Cuáles son los orígenes de la actual crisis bursátil? La debacle de la renta variable se inició a comienzos del año 2000. En marzo de ese año, el Nasdaq estadounidense -la gran meca internacional de los valores tecnológicos- alcanzaba su techo histórico en pleno delirio de la fiebre inversora por este tipo de compañías. El Ibex 35 también disfrutaba de su momento más dulce y se movía en los niveles más altos de su historia. Pero, aparecieron los primeros síntomas de desaceleración económica en EE.UU. y Europa y la fiebre bursátil bajó bruscamente de temperatura. Las empresas de la llamada Nueva Economía empezaron a pagar los excesos. Un año más tarde, en marzo del pasado año, ya se hablaba de pinchazo de la burbuja tecnológica. 2. ¿A qué obedece la crisis de confianza en la gestión empresarial? A finales del 2001 la confianza en la gestión de las empresas estadounidenses se vino abajo tras la quiebra de Enron, de momento, la mayor de la historia americana. Desde ese momento, el miedo a que otras compañías escondieran importantes problemas contables en sus balances ha sobrevolado los parqué. Un temor, que ayer se confirmó con el estallido del escándalo Worldcom. Si dos empresas de tal tamaño han engañado tan flagrantemente en sus resultados, ¿cuántas más no lo harán?, se preguntan ahora los inversores. 3. ¿Acompaña el escenario económico? A finales del pasado año, los datos económicos de Estados Unidos permitían pensar en una recuperación económica más rápida de lo esperado. Sin embargo, esta esperanza parece haberse desvanecido. Las últimas cifras publicadas al otro lado del Atlántico ofrecen datos contradictorios y entre analistas e inversores se ha extendido la idea de que la salida del túnel será más lenta y ardua de lo deseado. 4. ¿A qué obedece el peor comportamiento de la Bolsa española en comparación con otros mercados? Además de las incertidumbres globales que afectan al resto de los mercados, la Bolsa española tiene que hacer frente al riesgo latinoamericano. La crisis Argentina, que tanto ha pesado en las grandes empresas españolas -con fuertes inversiones en el país austral- ha cedido protagonismo en las últimas semanas en favor de Brasil.