El Banco Central Europeo mantiene los tipos de interés en el 3,25%, como ya apuntaban los analistas
La Bolsa de Madrid sube un 1,22% sin el referente de Wall Street
La Bolsa de Madrid se revalorizó un 1,22% al cierre de la sesión de ayer, gracias a un «rebote técnico» después de las caídas de los últimos días
De esta forma, Londres ganó un 1,79%, París un 2,03%, y Fráncfort, al cierre de esta edición, un 1,98%. Los grandes valores se recuperaban en parte de las penurias pasadas y Telefónica subió un 0,62%, SCH, un 3,67%; BBVA, un 3,12%; Repsol-YPF, un 1,43%; Endesa, un 1,32%, y el Banco Popular, un 2,85%. Las mayores caídas fueron para Amadeus, con un 4,43% menos, Bayer AG, un 4,31%; Prisa, un 3,61%, y Aurea, un 3,57%. Entre tanto, las subidas más fuertes se las adjudicaron Enaco, con un 7,93% más, Avanzit, un 5,53%; Terra, un 5,46%; General de Inversión, un 5,26%, y Lingotes, un 4,60%. Por otro lado, los sectores del mercado madrileño ganaron posiciones, salvo servicios de mercado y construcción, que perdieron un 0,52 y un 0,11% respectivamente. En cambio, subió servicios financieros, un 2,62%, bienes de inversión e intermedios, un 2,10%; comunicación y servicios de información, un 0,75%; bienes de consumo, 0,30%, y energía, un 0,23%. Se mantienen los tipos Por su parte, el Banco Central Europeo cumplió ayer con las previsiones de los analistas y mantuvo sin cambios sus tipos de interés en el 3,25%. El Banco de Inglaterra decidió también no modificar los tipos de Reino Unido, que se mantienen en el 4%. Las previsiones apuntan a que el próximo movimiento del instituto emisor será alcista, pero que esperará como mínimo a septiembre e, incluso, no se descarta que mantenga los tipos hasta finales de año si los datos económicos no son claramente mejores. El presidente del BCE, Wim Duisenberg, reconoció que la fuerte revalorización del euro reduce las presiones inflacionistas, pero consideró que todavía persisten otros factores, «monetarios y salariales», que ponen en peligro la estabilidad de los precios. Duisenberg afirmó que el BCE decidió no modificar los tipos debido a que continúan existiendo incertidumbres sobre la evolución de la economía y de los precios, a pesar de la reciente apreciación del euro frente al dólar.