Duhalde, disconforme con el plan para poner fin al «corralito»
El presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, admitió ayer no estar conforme con los modestos resultados del plan de canje voluntario de depósitos bancarios por bonos estatales para poner fin al denostado «corralito», la manzana de la discordia entre el ministerio de Economía y el Banco Central. No obstante, el mandatario consideró «un paso adelante» que aproximadamente el 23 por ciento de los ahorradores cuyos ahorros están atrapados en el «corralito» bancario hayan aceptado canjear sus depósitos por bonos del Estado. «Estaré satisfecho cuando se pueda solucionar totalmente este tema. Me he reunido con grupos de ahorradores y creo que podemos encontrar la vuelta para superar la dificultad», dijo el mandatario en su habitual espacio de los sábados por Radio Nacional. La salida del «corralito», uno de las principales demandas de los depositantes que tres veces por semana hacen ruidosas manifestaciones callejeras, enfrenta al ministro de Economía, Roberto Lavagna, y a las autoridades del Banco Central (emisor), cuyo directorio preside Aldo Pignanelli. Lavagna, cuyo equipo elaboró el plan de canje voluntario de depósitos bancarios por bonos estatales, se opone a la idea de Pignanelli de levantar la veda del «corralito» a las cajas de ahorro y cuentas corrientes, porque considera que una medida de esa naturaleza disparará la cotización del dólar y generará una escalada inflacionaria. Pignanelli, en línea con el FMI y las exigencias de los principales bancos, aboga porque el canje sea obligatorio y así endosar al Estado los compromisos para con los ahorradores de los bancos, que en su día compraron papeles públicos y por tanto son acreedores del Estado, y evitar la quiebra de muchos bancos por falta de liquidez. Esa puja entre Lavagna y Pignanelli, que ha forzado en más de una ocasión la intervención de Duhalde, es considerada en fuentes gubernamentales como un factor que genera «más tensión e intranquilidad»y una traba para el desenvolvimiento de la economía.