El Gobierno moviliza a 5.000 policías y dos helicópteros para evitar saqueos en Uruguay
La Jefatura de Policía de Montevideo movilizó a 5.000 de sus efectivos, con apoyo de dos helicópteros de la Fuerza Aérea (FAU), para prevenir nuevos saqueos a supermercados y establecimientos en la capital uruguaya, tal y como ha sucedido en días anteriores, según informó ayer el Ministerio del Interior. Los agentes serán dispuestos preferentemente en barrios periféricos, la zona más crítica de los enfrentamientos del jueves, en tanto que un número menor se destinará a la vigilancia en puntos de alta concentración de público, en particular en avenidas donde haya cajeros automáticos, único medio de acceso al dinero al entrar en su cuarto día de suspensión de actividad bancaria. En total, según aseguró el jueves el ministro de Interior, Guillermo Stirling, 16 comercios de venta de alimentos y productos para el hogar fueron parcialmente desvalijados y otras 14 tentativas resultaron frustradas por la policía, que se enfrentó con los saqueadores y detuvo a unas 30 personas. El parte policial conocido ayer no da cuenta de heridos entre los saqueadores, pero sí de varios policías que recibieron lesiones leves provocadas por impactos de piedras, según informó el diario uruguayo El País. Uruguay atraviesa su cuarto año de recesión, con una previsión oficial de caída de 7% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2002 y un desempleo que alcanzó el 15,6% en mayo, según las últimas cifras oficiales. Ayudas millonarias del FMI El Fondo Monetario Internacional (FMI) se resiste a calificar como crisis regional la situación económica de América Latina, pero negocia ayudas millonarias para paliar los graves problemas de Uruguay, Brasil, Ecuador y, quizá, Argentina. «La crisis de esos países está provocada por causas independientes y sobre todo por situaciones nacionales complicadas», aseguró Francisco Baker, portavoz del Fondo para América Latina. Al FMI se le acumula el trabajo pues delegaciones de los gobiernos de Brasil, Uruguay y Ecuador coincidieron en su sede, en Washington, en busca de acuerdos que signifiquen la inyección de millones de dólares en sus depauperadas economías. En Buenos Aires, una misión del FMI estudia el sistema bancario y otra tratará la próxima semana la situación fiscal, aunque ese organismo ha dejado claro que al gobierno de Eduardo Duhalde le «queda trabajo por hacer» antes de que se reanude la ayuda financiera paralizada hace seis meses. El gobierno uruguayo cree inminente un anuncio del FMI que se podría traducir en una ayuda de 1.500 millones de dólares, de la que parte pertenecería a la asistencia anunciada en junio pero que puede incluir también dinero nuevo. La delegación brasileña, encabezada por Amaury Bier, «número dos» del Ministerio de Hacienda, celebró ayer su tercera jornada de gestiones con el Departamento de América Latina del FMI para lograr un acuerdo que extienda durante 2003 el programa, actualmente en vigor, de 15.000 millones de dólares.