El Gobierno no actualizará el impuesto sobre carburantes

El Gobierno no actualizará en 2003 los impuestos que se aplican a las gasolinas y gasóleos para no contribuir al previsible encarecimiento que pueden experimentar los carburantes si se disparan aún más los precios del petróleo por la tensión bélica y ante un eventual ataque de Estados Unidos contra Irak. La fiscalidad de estos combustibles no aumentará el 2% que el Ejecutivo ha propuesto como objetivo de inflación para el próximo año. Esta «congelación» del impuesto que grava los hidrocarburos viene a suponer la renuncia a unos potenciales ingresos adicionales de 180 millones de euros. Las comunidades autónomas tienen cedido un 40% de la recaudación de este impuesto en el nuevo sistema de financiación. El impuesto sobre hidrocarburos tampoco experimentó actualización en los años 1999 a 2001. Pero en el 2002 la fiscalidad de los hidrocarburos se disparó. Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), Juan Prats, calificó ayer de «positiva» la congelación del impuesto sobre carburantes en 2003, pero adelantó que los precios finales subirán por la aplicación del nuevo tramo destinado a financiar la sanidad. Prats declaró que la medida le parece «bien» porque «cuanto más barato sea el precio de los carburantes, más consumirá la gente».