El comisario europeo niega que el objetivo de los cambios sea financiar la ampliación a Europa del Este
Fischler asegura que la reforma de la PAC favorece mucho a España
El comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, aseguró hoy que la reforma de la Política Agraria Común (PAC) «se ha construido a favor
En su comparecencia ante la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del Congreso, el comisario europeo aseguró que los principios de desvinculación de pagos directos, de trasvase de ayudas de producción a desarrollo rural y las medidas para mayor seguridad animal y respeto al medio ambiente «convierten a España en un beneficiario neto» de ayudas comunitarias. En su exposición puso de manifiesto que «debemos intentar mantener la discusión esclareciendo los problemas» para contribuir a «mejorar» los parámetros europeos, y dijo que habrá tiempo a finales de año, cuando lleguen las propuestas legislativas, para hacer «real» los compromisos. Fischler se refirió a dos aspectos principales de su propuesta como es desvincular los pagos directos de la obligación de producción -desacoplamiento de las ayudas- y la modulación de las ayudas a la producción, e incidió que este último aspecto debería introducirse en la Unión Europea en todas partes y sectores. Tranquilizó a los grupos parlamentarios españoles afirmando que la ampliación de la Unión Europea «no va a restar fondos a la agricultura comunitaria», y que las zonas ultraperiféricas no sufrirán en su modelo de funcionamiento actual. El responsable comunitario de Agricultura resaltó ante los grupos parlamentarios la importancia y la necesidad de la organización de los mercados, y puso como ejemplo el cultivo del arroz y el de trigo duro, que beneficia este último a Burgos, Salamanca y Zamora. En este sentido, citó que más de un millón de toneladas de trigo duro se destinan a la alimentación animal y «eso es un procedimiento muy costoso», precisó. El comisario subrayó ademas de que la reforma se inscribe en una «desafiante escenario internacional» para la agricultura, en el que la UE ha de adoptar medidas que amortigüen la progresiva liberalización, asi como avanzar en las exigencias de protección de productos de origen y salvaguarda animal y medioambiental ante la Organización Mundial. Por su parte, todos los Grupos parlamentarios trasladaron al comisario europeo de Agricultura su rechazo a esta propuesta, y coincidieron en que de seguir adelante con la reforma supondría un duro golpe para los intereses de la agricultura española. Desde el Partido Popular (PP), José Madero dijo que la propuesta, que pidió que fuera retirada por la Comisión, causa «gran preocupación, inquietud y perplejidad» a la sociedad española, ya que en su opinión «es ineficaz y producirá un total desorden en la agricultura europea». El portavoz del Partido Socialista, el zamorano Jesús Cuadrado, indicó que su grupo comparte los objetivos de la reforma presentada, pero no los instrumentos que propone para conseguirlos. Ramón Companys, por Convergencia i Unió, pidió al comisario que su iniciativa mantenga las ayudas «comprometidas» hasta 2006 y alertó de la política que lleva a cabo el Gobierno de Estados Unidos en proteger sus productos con el denominado Farm Bill, por ir en contra de la política liberalizadora de los mercados. Por parte de Coalición Canaria, Luis Mardones también trasladó la preocupación de Canarias como región ultraperiférica nde la Comunidad Europea.