La patronal vasca denuncia la paralización de inversiones
El presidente de la Confederación Empresarial Vasca (Confebask), Roman Knorr, alertó ayer al lendakari Juan José Ibarretxe del peligro de fractura social que representa para el País Vasco su plan independentista, y dejó patente que en Euskadi ya existen inversiones paralizadas por la inestabilidad política y la división entre los ciudadanos. Knorr argumentó que, en momentos de inestabilidad como el actual, los empresarios vascos no pueden compartir la pretensión de Ibarretxe de elaborar un nuevo marco jurídico de «soberanía compartida» entre Euskadi y España. En declaraciones a la cadena Ser y a Radio Euskadi, el presidente de Confebask lamentó que Ibarretxe no hubiera consultado previamente su plan con partidos políticos y agentes sociales y que, además, su proyecto recoja sólo la sensibilidad de una parte de la ciudadanía vasca y no cuente con los intereses de otra parte con los diferentes sentimientos políticos existentes. Los empresarios entienden que en un momento tan «delicado y difícil» como el que sufre Euskadi, un planteamiento realizado de forma «unilateral» y sometido a un «plazo determinado» corre el riesgo de «herir al país, profundizar en la crispación y división existentes y provocar una ruptura social».