El BCE admite que en el 2002 el crecimiento será modesto
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, advirtió ayer que el crecimiento de la economía de la zona euro en el 2002 será modesto y las previsiones de una aceleración del crecimiento en lo que queda de año no se cumplirán, por lo que habrá que esperar hasta el 2003 para que se produzca la recuperación de la actividad. «Los últimos datos y estudios disponibles confirman que la actividad económica es modesta en la zona euro», constató Duisenberg en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, al tiempo que admitió que «las esperanzas de una aceleración del crecimiento económico en el 2002 no se materializarán» y anunció que mantenía invariable los tipos de interés. Así, las previsiones apuntan a que la recuperación se producirá en el 2003, pero «resulta particularmente difícil evaluar con precisión la fecha y la amplitud de la reactivación económica, en la zona euro y en el mundo», aseveró una vez más el máximo responsable del BCE. Duisenberg auguró que el crecimiento real del Producto Interior Bruto (PIB) de la Eurozona en el tercer trimestre será «idéntico» al registrado en el primer y el segundo trimestre de este año, es de decir, un aumento intertrimestral del 0,4%. El instituto emisor vigilará atentamente los riesgos que podrían afectar al crecimiento de la economía, especialmente la escalada alcista de los precios del petróleo o la evolución de los mercados financieros, añadió. Duisenberg no calificó el nivel de los tipos de interés de «apropiado», como suele ser habitual en las ruedas de prensa posteriores a las reuniones del Consejo de Gobierno. «El término apropiado no figuraba en mi discurso introductorio hoy», señaló, aunque precisó que eso no significa que el precio del dinero se encuentre en un nivel «inapropiado». El dirigente holandés se mostró optimista en cuanto a la inflación, al manifestar que «los riesgos que rodean la estabilidad de precios están equilibrados». Según Duisenberg, no existen riesgos de deflación en la Eurozona, ni siquiera en Alemania y Bélgica, que registran las menores tasas de crecimiento de los precios. Según Duisenberg, los últimos datos sobre la evolución de los precios en la zona euro están en línea con las expectativas de una inflación del 2% en lo que queda de año, aunque la evolución «podría verse afectada por los precios del petróleo».