El Gobierno planea reducir el número de contratos a tres
Mucho más genérica y difusa que la de pensiones es la reforma laboral que el Gobierno ha enviado a Bruselas. La falta de concreción con la que se exponen las medidas es deliberada y pretende no generar controversia ni entre las distintas sensibilidades que hay en torno a este tema dentro del propio Gobierno ni con los agentes sociales. De hecho, Díaz ya ha avanzado que en los próximos días se convocará a sindicatos y patronal para negociar estos puntos. Así, para huir de la polémica, en ningún caso se habla de derogación de la reforma laboral de 2012 -pese a incluirse en el acuerdo de Gobierno-, y los cambios en la negociación colectiva que tanta fricción generan simplemente se enumeran, sin recogerse expresamente las medidas comprometidas con los sindicatos antes de la pandemia: devolver la prevalencia a los convenios sectoriales, recuperar la ultraactividad y revisar los descuelgues.
Mayor grado de concreción hay en las medidas que buscan reducir la elevada temporalidad que hay en el mercado laboral español. Para ello, el Ejecutivo simplificará el número de contratos y, previsiblemente, los limitará a tres: el indefinido, que es el que pretende generalizar; el temporal, al que además exigirán ahora una justificación clara para que se limite a actividades puramente eventuales; y el de formación, que ahora apenas se utiliza y quieren impulsar. Además, prevén endurecer aún más la utilización de los contratos de muy corta duración y asegurar «un uso adecuado de la subcontratación desincentivando los supuestos en los que es un mero instrumento de reducción de costes», según consta en el documento.