Cuevas cree que ahora el decretazo beneficia a quien no quiere trabajar

Cuevas cree que las decisiones del Ejecutivo están enmarcadas en la proximidad de las consultas electorales y la incertidumbre suscitada ante el relevo de José María Aznar como candidato del PP a la presidencia del Gobierno. José María Cuevas formuló estas y otras acusaciones durante su participación en el Foro Europa este jueves. El dirigente empresarial llevaba tiempo sin hablar y en su primer análisis profundo de las modificaciones de la reforma laboral censuró el «grave precedente» que esta actuación del Gobierno supone, y que quiebra su «bien ganado prestigio de hacer lo que debe sin atender a las presiones». Cuevas atribuyó este comportamiento a motivos políticos, propios de los últimos periodos de una legislatura. Recordó que en los próximos 18 meses se sucederán 6 elecciones y el relevo de José María Aznar en el liderazgo del partido del Gobierno, e instó a que, «cuanto antes tome el PP la decisión del sucesor, menor será la incertidumbre suscitada por este cambio», del que destacó su carácter novedoso en la vida democrática española. A los empresarios les preocupa mucho -explicó-, la nueva situación en los casos de despido disciplinario, que ha empeorado para sus intereses respecto al punto de partida. «Los salarios de tramitación suponen hacer correr al empresario con los costes de la lentitud de la justicia y constituyen un encarecimiento injustificado y artificial de la rescisión de puestos de trabajo», aseveró. En tono irónico, el dirigente empresarial comentó que los únicos «afortunados» de la nueva redacción de la reforma laboral son «ese millón y medio de parados que no quieren trabajar en la oferta de trabajo que se les hace y van a seguir cobrando el desempleo». Para el presidente de CEOE, de la presencia del Ejecutivo en las mesas de diálogo social no se deriva ningún bien, sino todo lo contrario, por la interferencia de la política. «Allí donde el Gobierno ha intervenido las cosas se han complicado, porque es quien más tiene que perder -evocó-, mientras resultan más espontáneos y más rigurosos los acuerdos entre agentes sociales».