Un mercado que tiene su mayor compentencia localizada en la Europa del Este

Cuando hace sólo unas semanas Seat, la empresa más representativa por su origen español, anunció que trasladará el 10% de su producción del modelo Ibiza desde la factoría catalana de Martorell a Bratislava (Eslovaquia), saltaron las alarmas en el sector. La amenaza del Este se hizo entonces más real que nunca. La única forma de competir con la mano de obra barata es, según los directivos que participaron en las jornadas sobre La fabricación de vehículos y componentes en España, ¿cómo seguir siendo competitivos?, apostar por la flexibilidad y mejora de la calidad. Es decir, adaptar el ritmo de fabricación de las factorías a la demanda del mercado, y que todos los coches que se produzcan se vendan. La falta de flexibilidad fue precisamente el problema de Seat, ya que los sindicatos se negaron a realizar horas extras para cubrir la fuerte demanda del Ibiza. Y como castigo: el traslado a Eslovaquia. Conforme avanzan las tecnologías cada vez son mayores las medidas se seguridad pasiva que montan los vehículos. De todas, las más comunes en cualquier momento son las siguientes: -Cinturón de seguridad: De tres puntos de ajuste en los asientos delanteros y traseros es obligatorio su uso en vías urbanas e interurbanas desde abril de 1992. Según la DGT, su uso reduce las lesiones cerebrales del conductor en un 33%, las fracturas craneales en un 18%, las heridas faciales en un 45%, las lesiones oculares en un 38%, las fracturas faciales en un 6% y las lesiones pulmonares en un 33%. -Airbag: Puede ser frontal o lateral. Evita el impacto del conductor o los pasajeros contra elementos duros del vehículo. Se hincha automáticamente en impactos superiores a los 40 kilómetros por hora. El frontal, que se complementa con el cinturón de seguridad, evita el golpe del conductor y pasajero contra el salpicadero y el parabrisas. El lateral protege de la cabeza y las caderas ante un impacto contra las puertas.