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Publicado por
León

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La pandemia ha estrujado los inventarios de medio mundo, y los chips no se salvan. Su escasez es un quebradero de cabeza para compañías tecnológicas que dependen de su suministro para seguir fabricando su hardware. Una de ellas es NIO, rival chino de Tesla, que ha sido la última en reconocer su exposición a esta sequía global. Igualmente, otras grandes automovilísticas también han comunicado recortes de producción para amoldarse a esa carestía de chips provocada por el Covid-19 y acrecentada por la guerra comercial, que ha puesto patas arriba la cadena de proveedores de semiconductores, todos ellos localizados en Asia.

En el caso de la china, NIO anunció que elevaba su capacidad de producción en febrero desde los 7.500 hasta los 10.000 coches. Ahora, la empresa admite que la escasez de chips y baterías les obligan a volver al objetivo anterior.