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La pandemia y el banco malo cuadruplican el déficit público

El déficit se disparó hasta el 10,9% del PIB tras un incremento del gasto público de 53.070 M€

María Jesús Montero presenta ayer los datos de ejecución presupuestaria de 2020. JUAN CARLOS HIDALGO

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León

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La crisis del coronavirus y, sobre todo, el gasto para hacer frente a la pandemia, disparó el déficit de la economía española hasta los 123.072 millones de euros en 2020, el 10,97% del PIB. Se trata de la mayor cifra desde 2009 y se sitúa muy por encima, casi cuadriplicando, del 2,9% del PIB y los 35.637 millones registrados el año anterior. Hay que tener en cuenta que este dato incluye el impacto de ‘pasar’ el patrimonio negativo de la Sareb, el llamado banco malo, a las cuentas públicas. Un ajuste sin el que el déficit se situaría en el 10,1% del PIB (113.172 millones de euros).

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explicó, durante la presentación de los datos de Ejecución Presupuestaria que se remitirán a la Comisión Europea que, pese a su dureza, han mejorado las previsiones iniciales del Ejecutivo y de otros organismos internacionales. En concreto, el déficit de 2020 se sitúa por debajo del 11,3% estimado por el Gobierno en octubre, del 12,2% que esperaba la Comisión y del 11,7% que había anticipado el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En total, el ‘desfase’ en las cuentas del Estado se incrementó en 77.577 millones sin incluir la ayuda financiera (que sumarían otros 10.000 millones), en un año en el que Bruselas suspendió las reglas fiscales para que los Gobiernos pudiesen hacer frente a la crisis con una mayor flexibilidad. En el caso español, el gasto se disparó en 53.070 millones de euros. De esa cifra, más de 44.900 millones están ligados directamente a la lucha contra el coronavirus.

«Nunca antes se había realizado un esfuerzo de tal envergadura», explicó Montero durante su comparecencia.

«Nueve de cada 10 euros del incremento del gasto público fue para financiar erte, prestaciones por cese de actividad de autónomos, incapacidad por Covid o refuerzos sanitarios o educativos», insistió.

Ante estas cifras colosales, la titular de Hacienda quiso dejar claro que esta desviación no implica que el Gobierno vaya a renunciar a la estabilidad presupuestaria. «Los Presupuestos se han planteado con la idea de rebajar el déficit», indicó Montero, confiando en que la parte que la Sareb ha sumado al déficit empiece a tener en unos años un impacto positivo, si se van vendiendo los activos o se logran revalorizaciones de los mismos.

Frente a la estrepitosa subida del gasto, la caída de los ingresos se mostró bastante contenida. Los recursos totales del sector público disminuyeron en 24.487 millones de euros, solo un 5% menos gracias en parte a las medidas adoptadas para proteger las rentas de los trabajadores.

MENOS INGRESOS

La caída de la recaudación por impuestos también fue inferior a lo esperado. Según explicó Montero, los ingresos tributarios del Estado descendieron un 8,8% en 2020, «por debajo de la caída del 9,9% del PIB nominal». Sin embargo, sí se notó, y mucho, el retroceso en el impuesto de Sociedades, cuya recaudación se situó en los 15.858 millones de euros, un 32,2% menos que en 2019.

Desde el ministerio explican que esta ‘rebaja’ no solo se explica por el desplome de beneficios de las empresas en el año de la pandemia —que también—, sino por las devoluciones fiscales por la liquidación de los pagos a cuenta de 2018, así como por la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional que devolvió el tipo mínimo en los pagos fraccionados.

«Si sólo tuviéramos en cuenta la caída de beneficios empresariales, el descenso en la recaudación por este impuesto sería del 23%», añade.

Otras figuras como el IVA también experimentaron un recorte del 11,5% en la recaudación, hasta los 63.337 millones, frente a los 71.500 del año anterior. Un descenso que viene explicado por la caída del consumo y el gasto de las familias, que también impactó en la recaudación de los impuestos especiales, con una caída del 12,1%. Como nota positiva destaca la resistencia del IRPF, que subió un 1,2% en el periodo gracias a la subida del salario de los funcionarios y de las pensiones.

Frente al déficit del 7,49% de la administración central, el déficit de las Comunidades Autónomas se limitó al 0,2%, gracias a la financiación de 115.575 millones que recibieron en transferencias del Estado. «Sin medidas como el Fondo Covid o el aumento de las entregas a cuenta, los ingresos autonómicos habrían caído un 4,6%», indican desde el Ministerio de Hacienda. De hecho, nueve comunidades despidieron el año con superávit (Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, La Rioja, Castilla-La Mancha y Castilla y León).

Por su parte, los ayuntamientos cerraron el ejercicio con un superávit del 0,26%, sumando otros 2.870 millones de euros a sus remanentes. Es el noveno año consecutivo con cifras en positivo, desde el déficit del -0,79% registrado en 2011.

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