La recuperación de España está ligada a llegar al 40% del turismo

De la marcha del turismo dependerá la recuperación económica de España. El turismo supuso en 2019 más del 12% del PIB nacional, por lo que su buena marcha garantizará el rebote económico que se espera para el segundo semestre del año. Así lo afirma el Consejo General de Economistas (CGE) y ya lo había señalado anteriormente Funcas.

En su último Observatorio Financiero publicado ayer, el CGE ve «necesario» que en 2021 se recupere al menos un 40% del turismo de 2019 para que se dé un «cierto rebote» económico en el segundo semestre del año y mejorar las previsiones. Y como las esperanzas de reactivación del sector servicios en Semana Santa se han esfumado, ahora el objetivo es el verano teniendo en cuenta que en España casi el 68% del PIB corresponde a este sector y de él más del 12% al turismo.

Y aún teniendo en mente esas previsiones del turismo, los economistas han revisado una décima a la baja su estimación de crecimiento del PIB para este año hasta el 5,6%. Las razones son el retraso en la vacunación, la demora del plan de recuperación europeo y el comienzo de la cuarta ola en España, que ya está golpeando a muchos de los países del entorno.

De hecho, el primer trimestre ya será peor de lo previsto, con una estimación entre el -0,3% y el -0,6%. Los economistas justifican este descenso por la destrucción de empleo ya constatada en febrero -la cifra de parados se ha incrementado en 44.436 personas-, y la caída del número de empresas. Asimismo, la matriculación de automóviles ha caído un 38,4%.

Sin embargo, el CGE ve probable que las ayudas europeas empiecen a materializarse a final de este año, pero sobre todo en 2022, por lo que se espera que sus efectos se noten en el próximo año, en torno al 1% del PIB, de ahí que hayan elevado la previsión de crecimiento para 2022 al 5,4%.

Mantienen las previsiones de tasa de paro, en una horquilla entre el 16,5% y el 17,5%, teniendo en cuenta que los erte se mantengan hasta final de año ya que el Gobierno ha reiterado en varias ocasiones que estarán vigentes mientras se mantenga la crisis. Aún así, los economistas temen que gran parte de estos trabajadores acogidos a erte finalmente acaben en desempleados, lo que hará incrementar aún más el gasto público y el dato final de paro.

Por parte del déficit público, las estimaciones de los economistas se mantienen en el -10% este año, aunque el objetivo del Gobierno es que se sitúe por debajo del 7%. Y en cuanto a la deuda pública, mantienen su previsión de que cierre el año entre el 119% y el 121% del PIB, una cifra similar a la de 2020.