Las empresas seguirán sin poder despedir tras un erte por covid
La prohibición de echar del trabajo a los empleados se mantendrá en la nueva prórroga
Las empresas que se acojan a un erte a partir de junio mantendrán la actual prohibición de despedir a ningún trabajador de la plantilla durante los seis meses siguientes. Así lo avanzó ayer la vicepresidenta tercera del Gobierno, Yolanda Díaz, durante una entrevista en ‘La Sexta’, dejando claro con un «sin lugar a dudas» que no hay posibilidad de eliminar este requisito. Así, el contador para las compañías que quieran seguir beneficiándose de las ventajas de estos erte comenzará a funcionar de nuevo en junio y, por tanto tendrán que mantener a todos sus empleados al menos hasta el próximo diciembre.
Fue uno de los grandes escollos en la negociación de la última prórroga y todo apunta a que seguirá siéndolo ahora, ya que la patronal advierte de que las empresas están en una situación crítica y tendrán que recortar personal si quieren mantenerse a flote. Incluso organismos como el Banco de España se han posicionado a favor de que puedan realizar ajustes, algo que, por el contrario, el Gobierno rechaza tajantemente así como los sindicatos.
La CEOE en la última negociación intentó que el Ejecutivo flexibilizara esta cláusula y reclamó hasta el último momento que las empresas solo tuvieran que devolver las cotizaciones sociales exoneradas de los trabajadores que despidieran, no las de toda la plantilla, algo a lo que no accedió el Gobierno. Y con seguridad volverá a exigirlo en la primera reunión que mantendrá el Ejecutivo con los agentes sociales el próximo 6 de mayo, fecha en la que les han convocado, según anunció Díaz.
La ministra de Trabajo también dio a entender que la nueva prórroga se mantendrá con un diseño muy semejante al que hay ahora, ya que «ha funcionado muy bien y lo que funciona no se toca». «Volver a abrir un debate sobre qué mecanismo queremos no tiene sentido», defendió. Sin embargo, tanto su homólogo de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, como la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, han avanzado que en la nueva prórroga bonificarán más a los trabajadores reactivados que a los que continúan en erte, al estilo de lo que se hizo el verano pasado.
Díaz no quiso entrar en la polémica del plazo de la nueva ampliación, aunque Escrivá ya dejó caer que sería de nuevo de tres o cuatro meses, probablemente hasta septiembre. «No cerremos la puerta porque nos podemos equivocar», apuntó la diputada gallega, que quiso transmitir «tranquilidad» a los trabajadores y remarcó que «por supuesto que va a continuar este mecanismo hasta que sea necesario».
Lo que sí precisó Díaz es el actual número de trabajadores que continúan en erte: 650.000, de los cuales 200.000 tienen una suspensión a tiempo parcial y los demás son erte de suspesión en sectores «muy tocados» por la crisis, como el turismo y las agencias de viaje, la cultura y los transportes. Significa esto que en el mes de abril se han reducido en casi 100.000 debido al alivio en las restricciones.
Algo menos concreta se mostró la vicepresidenta a la hora de explicar cómo será la contrarreforma laboral que el Gobierno ha comprometido con Bruselas y está negociando con los agentes sociales. Aunque no entró en los detalles, sí quiso una vez más dejar fuera de toda duda que cumplirá con lo que se pactó en el acuerdo del Gobierno, y que incluye medidas como la prevalencia del convenio del sector sobre el de empresa, la recuperación de la ultraactividad, la limitación de la subcontratación y los descuelgues. «El acuerdo de Gobierno en lo que tiene que ver con la partes de trabajo se va a cumplir ‘stricto sensu’ como está, como se ha remitido a Europa», aseguró.
Eso sí, puntualizó que no será propiamente una derogación de la ley anterior del PP, sino que harán nuevas regulaciones. Pese a que cuando accedió al cargo, antes de que estallara la pandemia, en numerosas ocasiones la ministra de Trabajo no tenía problemas en promulgar que derogaría la reforma laboral de 2012, su discurso ha cambiado y ahora dice que «no me gusta» derogar, «nunca he hablado de esto».