La sangría de los ERE se agudiza
El Gobierno dice que no endurecerá la prejubilación de los trabajadores despedidos en 2021
El Gobierno lleva semanas inmerso en una cruzada para limitar los despidos masivos en el sector. El último en pronunciarse, ayer y durante la celebración del 145 Aniversario de Ibercaja, ha sido el secretario general del Tesoro, Carlos San Basilio, que alertaba del riesgo de que los ERE echen por tierra la mejora de la reputación lograda por la banca durante la crisis.
La idea del Ejecutivo de endurecer las prejubilaciones provocará además que los nuevos procesos no tengan tanta flexibilidad para favorecer que las salidas sean voluntarias.
La avalancha de despidos no sólo afecta al sector bancario. Grandes empresas como Naturgy, El Corte Inglés, Nissan o Endesa también han anunciado severos ajustes. Sólo teniendo en cuenta los grandes ERE, hay más de 35.000 afectados. Y la cifra seguirá engordando con sectores como turismo y hostelería sin recuperar niveles de actividad previos a la crisis hasta, al menos, bien entrado 2022.
Ante esta evidencia, la consultora Grant Thornton prevé una «avalancha de concursos» a partir del próximo año, una vez que termine la prórroga de los ertes. El presidente de la firma, Ramón Galcerán, advertía ayer de que con estos procesos en ciernes se prevé una «cadena aguda» de erte que acabarán en ERE.
Ni los más de 1.200 empleados que serán despedidos este año por el Banco Sabadell ni ninguna de las más de 35.000 personas que se verán afectadas por alguno de los ERE ya anunciados se verán perjudicados por el nuevo diseño de penalizaciones que están a punto de cerrar el Gobierno y los agentes sociales dentro del primer paquete de medidas de la reforma laboral de pensiones. Esta es una de las últimas concesiones que parece haber hecho el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en aras de alcanzar un acuerdo que se cerrará «en cuestión de días».
Así lo reconoció el propio Escrivá durante una entrevista en TV3. Significa esto que el Gobierno introducirá en la nueva norma, a petición de los agentes sociales, una cláusula de salvaguarda para que no se apliquen a las personas que hayan sido despedidas a lo largo de este año los nuevos coeficientes reductores cuando se jubilen antes de tiempo, tal y como precisó el ministro. Asimismo, explicó que con carácter general la reforma se implantará gradualmente para que a nadie le afecte súbitamente.
«Tampoco queremos que alguien que tenía pensado tomar una decisión se vea afectado por un cambio normativo sobrevenido. No se trata de que alguien en este momento tenga que cambiar su comportamiento de forma súbita», aseguró Escrivá.
El ministro precisó que los ERE que se están planteando en la banca y otras grandes empresas en muchos casos no tienen que ver con la jubilación, aunque se denominen «prejubilaciones», y que son reestructuraciones empresariales que no están influidas por el hecho de que vaya a haber una reforma de pensiones.