Bruselas da por hecho que el cobro de peajes estará listo en 2022 y lo vincula a recibir el dinero de la UE
La Comisión Europea da por hecho que el nuevo sistema de ‘pago por uso’ en las autovías propuesto en el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia estará listo el próximo año.
Pese a que desde el Ministerio de José Luis Abalos habían defendido que la polémica medida solo se pondría en marcha si hay consenso entre los partidos, uno de los anexos de Bruselas al análisis del plan español deja claro que este es un firme compromiso del Gobierno. Es decir, si no se cumple en fecha, habrá problemas para seguir recibiendo dinero de Europa.
En concreto, el anexo de la Comisión se refiere a la ‘reforma 4 (C28.R4)’ en la que se analizan las medidas fiscales para contribuir a la transición ecológica. Bruselas recuerda que los compromisos adquiridos en este punto incluyen el impuesto a los residuos, a los plásticos no reutilizables, o los «impuestos y pagos relacionados con la movilidad, como los peajes en las carreteras y en el registro de vehículos». Y añade que «la implementación de estas medidas debe estar completada el 30 de junio de 2022».
Es cierto que las propias previsiones del Ejecutivo ya marcan mediados del próximo año para tener lista la medida, con el objetivo de que entre en vigor en 2024. Pero las fuertes críticas de transportistas y oposición habían rebajado el discurso del Ministerio de Transportes, defendiendo que si no se lograba un acuerdo en el Congreso, la medida no se aprobaría, lo que supondría dar una patada hacia adelante al proyecto complicando el cumplimiento de las fechas comprometidas con Bruselas. El propio Abalos ha expresado recientemente que la intención del Ejecutivo era «abrir un debate sobre política pública». Pero ahora, y con el análisis de la Comisión sobre la mesa, queda patente que el acuerdo tendrá que llegar sí o sí para no poner en riesgo los objetivos del Plan de Recuperación.
El cambio en el modelo de peajes es ineludible a juicio de Bruselas. Según los datos manejados por el Ministerio, el coste de mantener los 26.466 kilómetros de carreteras, de los que unos 12.000 son de alta capacidad, ronda los 11.000 millones de euros, y el déficit generado se acerca ya a los 8.000 millones. «Para hacerse una idea, el coste de mantenimiento de un tramo de 400 kilómetros ronda los 200 millones», indican desde el Ejecutivo. Además, hasta 23 países europeos tienen tarificado el cien por cien de su red de autovías y solo Chipre, Malta, Finlandia y Estonia la mantienen gratuita. España aún concentra el 73,5% de toda la red libre en Europa, según la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de infraestructuras.