La subida de la energía lleva a la UE al mayor crecimiento de precios desde 2018

La subida de los precios de la energía en los últimos meses ha impactado de lleno en la evolución de la inflación en la zona euro. Según los datos publicados ayer por la oficina de estadística comunitaria Eurostat, la tasa interanual escaló en julio al 2,2%, tres décimas por encima del 1,9% de junio. Es, además, el mayor incremento que experimentó el dato desde 2018.

La energía fue el componente que más contribuyó al incremento de los precios, con un repunte interanual del 14,3% frente al 1,9% que se encarecieron los alimentos, que el mes anterior cayeron un 0,3%. Por su parte los servicios elevaron los precios una media del 0,9%, dos décimas más que en junio, mientras que los bienes industriales no energéticos se encarecieron un 0,7%.

Sin tener en cuenta el impacto de la energía, la subida de la inflación en julio habría sido del 0,9%, una décima más que en junio, mientras que al excluir también del cálculo los alimentos, el alcohol y el tabaco, la inflación subyacente se situó en el 0,7%, por debajo del 0,9% de junio.

Sin embargo, el encarecimiento de la energía está ahí y provocó que, además, la inflación de julio supere el objetivo del 2% establecido por el Banco Central Europeo (BCE) dentro de su estrategia de política monetaria.

Hay que recordar que el organismo decidió a principios de ese mes revisar su estrategia por primera vez desde 2003 y elevar esa meta para tener mayor margen de maniobra a la hora de controlar los precios (mediante la subida o bajada de los tipos de interés) sin dañar la recuperación económica.

El nuevo objetivo puso fin al tradicional nivel «inferior aunque próximo» al 2% que regía su política hasta ahora. Además, el organismo fue muy consciente de que las medidas de liquidez sin precedentes para frenar la crisis podrían provocar un ‘calentón’ económico, por lo no subirá los tipos de interés aunque la inflación supere el 2%, como ocurrió en julio.