Un estudio pone 130.000 empleos en peligro si se subiera el salario mínimo a 1.000 €
Uno de los grandes temores para subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es que esta medida provoque un impacto negativo en un mercado laboral español endeble y muy tocado aún por la crisis de la covid-19. El Banco de España publicó recientemente un estudio en el que estimó que el incremento del 22% experimentado en 2019 provocó una pérdida de empleo neto de entre 94.200 y cerca de 173.000 empleos. Una parte del propio Gobierno admite que un nuevo alza puede tener un «pequeño» impacto en el empleo, aunque «moderado» y «limitado», según señaló recientemente el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
Ahora, un estudio publicado por Randstad Research en colaboración con Cepyme le ha puesto ya cifra a cuál podría ser el impacto en caso de que suba 19 euros este año (la cuantía más alta dentro de la horquilla que maneja el Gobierno) y se eleve hasta los 1.000 en 2022, que es lo que piden los sindicatos para alcanzar un acuerdo.
Así, un incremento del 2% este año con un aumento del 5,3% en 2022 tendría un impacto negativo sobre el empleo estimado de entre 60.000 y 130.000 puestos de trabajo desde su entrada en vigor hasta 2023, incluyendo empleos destruidos y los no creados. Más de la mitad de esta destrucción de puestos podría concentrarse en los sectores de hostelería y comercio, los más dañados con la actual crisis de la covid-19, en los que se han perdido varios cientos de miles de empleo y donde aún están en riesgo decenas de miles adicionales por los erte que están aún en vigor, según destaca este estudio, que recuerda que supondría un crecimiento de más del 52% desde 2016. Además, las consecuencias de este incremento incidirán especialmente en los jóvenes y en los trabajadores con menor cualificación, para los que será más difícil encontrar empleo o conservar el que tienen.