Las eléctricas retan al Gobierno y no van a la subasta de renovables
Iberdrola censura la incertidumbre regulatoria y anuncia una inversión millonaria en Reino Unido
Iberdrola y Endesa han aprovechado la primera subasta de energías renovables que el Gobierno ha puesto en marcha en medio de la crisis de precios de la luz para escenificar su disconformidad con el Ejecutivo a cuenta del decreto que reduce sus ingresos para amortiguar el importe del recibo doméstico. Ninguna de las dos compañías —las dos más grandes del sector en España por cuota de mercado— han acudido a esta subasta que puso sobre la mesa 3.300 megavatios (MW) de renovables, básicamente eólicas y solar.
Aunque su presencia no es vital para completar este tipo de procesos, el hecho de que se hayan desligado lo ha deslucido. Las compañías han mostrado su disconformidad con las medidas de un decreto que sigue generando alta tensión entre el sector y el Ejecutivo.
En el caso de la energética presidida por Ignacio Galán alega que no lo ha hecho por la incertidumbre regulatoria, derivada de ese decreto aprobado el pasado jueves con el recorte a los ingresos obtenidos por el alza del precio del gas. Una situación normativa que les ha hecho replantearse sus inversiones renovables en España.
La ausencia de la subasta renovable ha coincidido con un anuncio millonario realizado ayer mismo por Ignacio Galán sobre los planes de Iberdrola en otro país, Reino Unido. La firma ha comprometido inversiones de 6.000 millones de libras esterlinas (unos 7.100 millones de euros) en el complejo eólico marino East Anglia Hub. Galán lo anunció en el marco del Global Investment Summit, organizado por el primer pinistro Boris Johnson, con quien departió unos minutos, a menos de dos semanas del inicio de la COP26 en Glasgow.
De hecho, la compañía comunicaba en septiembre su decisión «paralizar los procesos de licitación en curso de bienes y servicios asociados a la construcción de nuevos proyectos renovables en España», hasta haber llevado a cabo una «evaluación en detalle de la viabilidad económica» de dichos proyectos. Iberdrola había previsto invertir 14.300 millones en España hasta 2025, un 21% del total del grupo. Representaba un incremento del 60% frente al plan anterior. De esa cuantía, más de 7.000 millones se dirigirían a renovables y otros 4.500 millones a redes.
Endesa justificó su posición porque su estrategia «está orientada hoy prioritariamente a promover nuestra propia generación para suministrar a largo plazo a nuestros clientes». Así es, indican fuentes de la energética, por el carácter de la subasta obligatoria de energía que contiene el RDL para 2022, que les «sustrae energía ya vendida a clientes», y por su posición corta en producción respecto a la cartera de clientes «que nos obliga a comprar en el pool».
Sin embargo, Naturgy acudió a la subasta adjudicándose 221 MW de fotovoltaicas. Lo ha logrado en un proceso en el que Capital Energy se ha hecho con 1.550 MW (1.540 eólicos y 8 solares) de los 3.300 MW disponibles. Otras como Repsol han logrado 138 MW.
Toda esa potencia subastada deberá estar en funcionamiento antes del 30 de junio de 2024, con un cupo especial de 600 MW de disponibilidad acelerada que tendrá que estar operativo el 30 de septiembre de 2022, con el fin de incorporar nueva capacidad renovable en el sistema para coadyuvar en la rebaja de los precios de la energía.