El alquiler de las viviendas se ha encarecido un 60% en nueve años

Los últimos datos del Consejo Económico y Social (CES) reflejan que en 2000 sólo el 10,5% de las más de 20,5 millones de viviendas españolas estaban destinadas al alquiler y casi el 83% eran de propiedad. Y es precisamente esta falta de oferta lo que ha elevado los precios hasta límites insospechados. En el resto de Europa, según datos de La Caixa de 1999, la tendencia es totalmente contraria. En Alemania, por ejemplo, el 62% de las viviendas están arrendadas; en Suiza, cerca del 70%, y en Holanda, el 52%. España, con un 14% se coloca a la cola de la UE, incluso muy por detrás de Portugal (32%), Grecia (26%) o Italia (22%). Lo cierto es que la política de vivienda de los últimos años en España ha favorecido claramente la compra frente al alquiler. De hecho, en el Censo de 1950, el peso de la vivienda en alquiler superaba al de la vivienda en propiedad. Sin embargo, desde entonces, el descenso de este régimen de tenencia ha sido continuo debido a una historia normativa de arrendamientos urbanos que congeló los alquileres en una etapa de fuerte inflación, así como a la mayor orientación de las políticas públicas hacia la compra. En etapas más recientes, el desarrollo de la financiación hipotecaria y, sobre todo, la sustancial rebaja de los tipos de interés han profundizado en esta tendencia a la propiedad. Además, en los últimos años, la vivienda se ha convertido en un producto de alta rentabilidad (en lo que va de año se ha revalorizado más de un 15%) e inversión (en los dos últimos ejercicios se han construido un 152% más de las estrictamente necesarias para la creación de nuevos hogares). El 80% de los españoles se decanta por la propiedad. En Alemania lo es del alquiler. Según un informe de La Caixa, en 1999, más del 62% de los hogares alemanes -sobre todo en las grandes ciudades- vivían arrendados. Y es que en Alemania la diferencia entre precio de compra y de alquiler es abismal. En una ciudad como Berlín, el metro cuadrado cuesta, de media, 2.050 euros (342.000 pesetas), mientras que el precio por arrendamiento apenas supera los seis euros por metro cuadrado. Así las cosas, la oferta de pisos en alquiler en Alemania se ha multiplicado por diez en los últimos 40 años, mientras que el número de propietarios sólo ha crecido un 2%. Por el contrario, en España se ha pasado de que en 1960 el 50,6% de las viviendas fuesen en propiedad, a el 83% actual.