El sector intenta recuperar la credibilidad tras la avalancha de escándalos contables de los últimos meses
Las auditoras preparan una subida de tarifas del 10% para el 2003
Las compañías auditoras se enfrentan a la peor crisis de su historia, fuertemente golpeadas por la cadena de escándalos contables que han
Entre las razones de este incremento, los especialistas destacan la decisión del Gobierno de obligar a las auditoras a pagar una tasa al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) por cada informe que emitan. Junto a ello, subrayan el incremento de las horas de trabajo que las firmas van a dedicar a comprobar las cuentas de cada compañía y la necesidad de repercutir en sus clientes la fuerte subida que les han impuesto en las pólizas de responsabilidad civil a las que tienen que hacer frente. Mientras tanto, el sector trabaja en la recuperación de la credibilidad perdida. El 1 de enero del 2001, Andersen Consulting abandonó su antiguo nombre y pasó a denominarse Accenture. El cambio ponía el punto y final a una larga historia de encuentros y desencuentros entre la auditora Arthur Andersen y su división de consultoría. Pocos eran los que podían imaginar entonces el profundo cambio de imagen que iba a vivir el sector. Y es que casos como los de Enron y Worldcom han dejado en entredicho la reputación de las empresas auditoras. Pero, además la llamada contabilidad creativa ha puesto sobre la mesa la necesidad de separar este negocio de las labores de consultoría. Golpe de gracia La falta de credibilidad ha sido el golpe de gracia que les faltaba para separarse de sus matrices. Alguna de ellas, como la antigua PWC Consulting -ahora Monday- llevaban años peleándose por alcanzar la independencia. Su adquisición por parte de IBM le ha desbaratado los planes de salida a Bolsa, prevista para comienzos del pasado mes de agosto. Otras, como KPMG Consulting, ya habían dado este paso. Deloitte Consulting había optado por una fórmula intermedia, similar a que la que empleó en su día la antigua Arthur Andersen -tras la separación de Accenture decidió reproducir estos servicios-, hasta que hace unos meses fueron adquiridos por KCIN. Ernst & Young sumó su marca a la de Cap Gemini cuando se unió a ella, pero el excesivo tamaño del nombre conjunto hace que se le suela dejar fuera de la denominación. El precio por hora que cobran las auditoras en España es en la actualidad el más bajo de la Unión Europea (UE). En el 2001 alcanzó los 52,63 euros, cifra un 2,3% superior a la aplicada en el 2000, según datos del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC). Los expertos atribuyen esta circunstancia a la elevada competencia existente. El pasado año, las auditoras que operan en España emitieron un total de 49.070 informes, frente a los 42.493 del 2000. Pese a ello, la facturación del sector creció el pasado año sólo un 5%, hasta situarse en 400,48 millones de euros (66.634 millones depesetas).