Bruselas pide un procedimiento por déficit excesivos contra Berlín y París

Se trata de una advertencia a París, realizada públicamente lo mismo que la argumentación en la que esta se fundamenta, de que está aproximándose a una situación de infracción del PEC. El caso alemán es mucho más grave. Cualitativamente, porque sus cuentas públicas, según los últimos datos, van a presentar un déficit del 3,8% este año. Y cuantitativamente, porque la economía alemana es un cuarto de la de toda la zona euro. El «procedimiento de déficits excesivos» ahora reclamado por la Comisión Europea a instancias de Pedro Solbes, contra Alemania, no es una mera advertencia. Da lugar, si los Estados miembros lo aprueban en Consejo (el mes que viene o, como muy tarde, en enero, como sucederá también con la propuesta sobre Francia), a una fiscalización acrecentada de las cuentas del país afectado, y a reclamaciones concretas para reconducir la situación presupuestaria alemana a las condiciones reclamadas por el PEC. Sólo si esas recomendaciones fueran desatendidas por Berlín, y la situación de desequilibrio presupuestario excesivo se perpetuara, la UE adoptaría medidas sancionadoras contra Alemania. Primero, bajo la forma de un depósito obligatorio por un porcentaje del PIB (de hasta el 0,5%) y, posteriormente, mediante una multa. Portugal se encuentra ya en esta situación de exigencia, por haber alcanzado un 4,1% de déficit presupuestario en 2001. El comisario Pedro Solbes, que dio cuenta de las decisiones del Ejecutivo de la Unión en conferencia de prensa, destacaba el carácter estructural del desbordamiento presupuestario alemán y francés. El momento del ciclo económico apenas justificaría un déficit del 3,1% en Alemania este año y, en Francia, «la situación presupuestaria subyacente» (un modo eufemístico de decir que el Gobierno galo encara un periodo de gastos a medio plazo por encima de lo que el PEC recomendaría), muestra claros signos de deterioro. Tanto Francia como Alemania han intentado, con escaso éxito, calmar las aprensiones de sus socios del euro por el mal comportamiento de sus finanzas públicas, que no responde a otra cosa que a decisiones políticas de sus respectivos Gobiernos (de los precedentes y de los actuales), de no acometer los sacrificios de austeridad que les eran exigibles lo mismo ahora que hace dos años. Estado de excepción El Gobierno de Gerhard Schröeder aprobará hoy un aumento de los impuestos y del endeudamiento para atajar el parón ecoómico que está sufriendo Alemania. Estas medidas, que contemplan por primera vez un déficit superior a nivel de inversiones, obligarán al canciller a decretar el estado de excepción económica en Alemania. El ministro de finanzas germano, Hans Eichel, presentó el lunes una nueva revisión de los presupuestos de este año que contempla un endeudamiento del Estado de 34.600 millones de euros (un 39% más de lo previsto) y unas inversiones de sólo 25.000 millones de euros.