Marta Ortega toma las riendas de Inditex para el giro de la era digital

Era uno de los sueños de Amancio Ortega desde hace años, pero muy pocos preveían que fuese a ponerlo en marcha de forma tan inmediata. Su hija, Marta Ortega, se convertirá en la nueva presidenta no ejecutiva del gigante textil a partir del próximo 1 de abril, después de que el consejo de administración haya aceptado la «desvinculación de mutuo acuerdo» presentada por Pablo Isla (57 años), que ocupaba el cargo desde 2011. A su salida se suma también la de Carlos Crespo como consejero delegado, que será sustituido «con efecto inmediato» por Óscar García Maceiras, hasta ahora secretario general y del consejo de Inditex. Será, además, quien asuma la función de primer ejecutivo, una estructura que no suele darse en las compañías españolas, pero que sí es más común en grandes compañías europeas.

Inditex culmina así un proceso de relevo generacional que se inició hace ahora una década con la sustitución de Amancio Ortega y que, según ha explicado el propio Pablo Isla, «ha sido muy meditado en los últimos meses». Todo se ha llevado bajo la máxima discreción, pero con el convencimiento de que este era el camino correcto para consolidar a Inditex en la era de la digitalización y la sostenibilidad.

Así lo expresó Isla durante una breve rueda de prensa, en la que reconoció que, aunque son «cambios relevantes», «es el momento óptimo para abordarlos y, evidentemente, el modelo de la compañía va a seguir». Con estas palabras trataba, además, de mandar un mensaje de continuidad a los inversores, después de la brusca reacción bajista que sufrió Inditex en Bolsa tras el anuncio, con caídas que superaron el 6% al cierre de la sesión.

Los inversores ya podían anticipar que Marta Ortega sería la sucesora de su padre. Pero quizá más adelante. Inquieta, sobre todo, la marcha de uno de los directivos mejor valorados del Ibex-35 desde que en 2005 el fundador de Inditex confiase en él como su mano derecha nombrándole consejero delegado de la compañía.

Durante este tiempo, la compañía se ha convertido en un gigante del sector con más de 6.800 tiendas en todo el mundo, con presencia en nuevos, e importantes, mercados como China o Rusia, además de establecer una firme apuesta por la venta online que, entre otras cosas, ha permitido al dueño de Zara capear mejor que otros el impacto de la pandemia.

Consciente de su impacto en la compañía, Isla prefiere de momento mantener en secreto su futuro profesional. «Estos cuatro meses voy a estar centrado en hacer realidad la transición. Después, ya veremos», aseguró ayer el directivo.

Sabe que su salida puede generar cierta incertidumbre, al menos en el corto plazo. Por eso, se encargó de dejar claro que la elección de Ortega es resultado de una profunda reflexión a iniciativa suya y del propio Amancio Ortega.

«La compañía tiene mucha solidez, una estrategia bien definitiva, equipos que combinan juventud y experiencia. La esencia del negocio continuará como hasta ahora», sentenció el directivo durante su intervención ante los medios.

Es decir, la fuerte integración entre producto, diseño y logística que ha marcado el modelo de negocio de Inditex en los últimos años seguirá con Marta Ortega al frente. De hecho, la hija de Amancio Ortega seguirá muy pegada al trabajo que ha realizado en los últimos 15 años, reforzando la imagen y la propuesta de moda de Zara.

Su hombre fuerte será García Maceiras, hasta ahora director legal del Santander. «Es un reto muy grande que afronto con enorme ilusión y responsabilidad y a la vez tranquilo por el gran equipo humano que tenemos», destacó el que ya actúa como primer ejecutivo del grupo. Como consejero delegado, también se apoyará en una nueva estructura que incorpora un Comité de Dirección compuesto por otros nueve directivos de la máxima confianza de Marta Ortega