La sexta ola dispara los depósitos de las familias a nuevos máximos históricos

La embestida de la sexta ola del coronavirus ha empujado a las familias a extremar con más contundencia que nunca la prudencia a la hora de gestionar sus finanzas. La incertidumbre en torno a la recuperación ha provocado que los depósitos de los hogares superen los 943.700 millones de euros en noviembre. La cifra más elevada de la serie que el Banco de España recopila desde 1989, superando con creces el anterior récord de julio. Los datos reflejan que las familias siguen muy reticentes a gastar el ahorro acumulado durante la crisis. Tras sumar 1.500 millones de euros en noviembre, los depósitos custodiados por los bancos españoles acumulan una subida de 26.600 millones de euros en lo que va de año. Una evolución que ha sido constante en los últimos 15 meses, salvo el ligero descenso del 0,3% registrado en agosto, cuando los españoles se animaron a tirar de sus ahorros, aunque de forma muy moderada, para financiar las vacaciones de verano. Las cifras son más contundentes si se toman como referencia los datos previos a la pandemia. En febrero de 2020, la cifra de depósitos rondaba los 851.500 millones de euros. Es decir, han engordado en 92.200 millones desde entonces. Esta búsqueda de seguridad puede terminar entorpeciendo la esperanza de que el ahorro embalsado se vaya canalizando hacia el consumo y sirva de motor de la recuperación económica. Pero no solo eso. Los ahorradores parecen no ser conscientes de que todo ese dinero está sufriendo el ‘efecto carcoma’ de la inflación, que en noviembre aceleró al 5,6% en tasa interanual. Una subida que reduce el poder adquisitivo de esos ahorros. Es decir, con el mismo dinero en el banco, se pueden comprar menos cosas.

Empresas

Los datos del Banco de España también reflejan cómo las empresas también han extremado la prudencia con un incremento notable de sus depósitos en noviembre hasta los 305.600 millones de euros. Se trata de 9.400 millones más que el mes anterior y cerca de 10.000 millones por encima de lo registrado a final de 2020. Y eso que los descensos mensuales han sido más habituales en este segmento ante la necesidad de tirar de la liquidez disponible para hacer frente a la crisis. En total, los depósitos de los residentes superaron los 1,6 billones de euros el mes pasado. Una cifra nunca vista y que, pese a la mayor sensación de seguridad, está sufriendo ya el impacto de la inflación.