Zapatero critica la línea económica y plantea «reinventar» lo público

Zapatero hizo esta reflexión durante su intervención en la XX Reunión del Círculo de Economía que se celebra en Sitges, donde se mostró partidario de aumentar los mecanismos de colaboración y cooperación con las autonomías, para las que pidió mayor participación en la toma de decisiones de las políticas territoriales. Asimismo, consideró aceptables los planteamientos de reforma del Estatut que se defienden en Cataluña por todos los partidos menos el PP para asegurar que «las reformas dialogadas y razonables son posibles», aunque «siempre dentro del esquema constitucional». Por el contrario, se alineó con el presidente del Gobierno, José María Aznar, al considerar que «el inmovilismo es malo, pero también el aventurismo» que pueda suponer la redacción de un nuevo Estatuto planteada por CiU. Aún así, el líder del PSOE limitó sus prioridades de posibles reformas institucionales a la del Senado, como cámara de representación territorial, y a ofrecer más participación a las comunidades autónomas. Para Rodríguez Zapatero, España ha «cubierto una etapa» que tiene como referente la Constitución. Dentro de ese esquema, apuntó, «todo es adaptable y dialogable», pero lo que sea «bordear o saltar por encima de ese esquema no cuenta con nuestro respaldo». De esta forma, Zapatero marcaba distancias con CiU, a quien previamente y ante un auditorio repleto de empresarios había acusado de comenzar la carrera electoral un año antes en lugar de «pensar en hacer esfuerzos conjuntos». «Los cambios con seguridad y responsabilidad son el camino por los que debe seguir España y Cataluña», añadió. Zapatero rebatió el optimismo económico del Gobierno del PP cifra por cifra para concluir que «parece que España es gobernada a merced del viento» y no con proyectos claros y decididos. Según Zapatero, el crecimiento económico del país ha sido «de baja calidad», la productividad desciente, la inflación aumenta y la «precariedad» es la nota dominante en el mercado laboral. Todos estos elementos, según el líder socialista, «compromete nuestro desarrollo futuro». Por ello, reclamó un mayor esfuerzo inversor en infraestructuras y la participación de autonomías y ayuntamientos en la planificación. En este sentido, señaló que Cataluña debe ser «columna vertebral» de las relaciones de España con Europa y centro de la región «macromediterránea». Frente a las críticas al Gobierno del PP, Zapatero se comprometió a realizar «cambios de fondo» en la gestión del Gobierno en base a una presión fiscal moderada y un gasto público «eficiente» con la puesta en marcha de agencias de evaluación de las políticas públicas.