Los Quince suavizan las medidas de recorte de la Comisión y mantienen las ayudas hasta el 2004
La UE cierra las negociaciones pesqueras con una reforma matizada
Los Quince pusieron fin a seis meses de arduas negociaciones con la aprobación de una reforma pesquera en la que se mantienen otros dos años las ayuda
La presidencia danesa de turno de la UE y la Comisión Europea hicieron circular múltiples fórmulas de compromiso para promover un acuerdo y poner fin a la división que los países del norte y sur de la UE habían puesto de manifiesto desde que a finales de mayo, el comisario de Pesca, Franz Fischler, hizo público su ambicioso proyecto sobre la PPC. La reforma, calificada por la Comisión Europea como la más ambiciosa en la historia de la Política Pesquera Común (PPC), no hará necesario finalmente llevar a los barcos españoles al desguace, según el ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete. La idea inicial de Fischler era poner fin a las ayudas a la modernización y renovación de la flota a partir del 2003 y reorientar los fondos pesqueros con el fin de fomentar el desguace. Resolución final El documento final aprobado por los Quince conserva hasta finales del 2004 las ayudas para construir nuevos barcos y a cambio, se incrementa el coeficiente de desguace obligatorio por cada buque de más de 100 toneladas brutas que obtiene ayudas, hasta un índice de 1-1,35. De esta forma, cada vez que la construcción de un buque de más de 100 toneladas suponga un incremento de la capacidad pesquera, el armador deberá costear el desguace de una cantidad que sea 1,35 veces mayor o un 35 por ciento más. La subida o bajada de este coeficiente de demolición fue uno de los elementos más controvertidos de la negociación pesquera, porque mientras que los países favorables a mantener las ayudas -entre ellos España- querían mantenerlo como en la regulación actual (1-1), los más reacios a estas subvenciones exigían incrementarlo. Por otro lado, en los últimos textos de compromiso sobre la reforma se planteó limitar las ayudas a la renovación para los barcos de una capacidad inferior a las 400 toneladas, tope que según la presidencia danesa queda como definitivo, aunque según fuentes de los gobiernos español y francés se ha suprimido. La reforma establece que los países que quieran seguir recibiendo ayudas se comprometerán a reducir un 3 por ciento de su flota en el 2003 y en el 2004 otro 3 por ciento. Esta medida no afecta a España porque se basa en niveles de referencia sobre objetivos de reducción de flota establecidos en la regulación actual, que España ha cumplido, según Arias. Además se mantienen las ayudas a las sociedades mixtas y a la modernización por motivos de seguridad, para los barcos de más de 5 años. La reforma permitirá que reciban subvenciones 13.847 embarcaciones de las 15.063 que tiene la flota española, es decir el 91 por ciento, según Arias Cañete.