Los trabajadores en Erte se reducen y apenas suman 100.000 pese a la sexta ola
La sexta ola de la covid-19, que está azotando con virulencia al país, con una incidencia disparada, no está teniendo el más mínimo impacto negativo en el mercado laboral español. Así al menos se desprende de los datos de afiliación avanzados este lunes por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. Enero será otro buen mes para el empleo, en la línea de la evolución que se registró en diciembre, en el que se sumarán más de 66.000 nuevos afiliados, «un crecimiento muy alto, por encima del promedio de 2017, el mejor año prepandemia», según presumió en rueda de prensa el ministro José Luis Escrivá. Así, la Seguridad Social superará por primera vez en la historia los 19,9 millones de cotizantes, casi 430.000 más que antes de que estallara esta crisis sanitaria.
Pero no solo eso, sino que el número de trabajadores en Erte, lejos de aumentar por las mayores restricciones a la actividad que se han impuesto en ciertas comunidades autónomas, sigue reduciéndose (casi 1.800 menos en estos primeros trece días de año) y ya son poco más de 100.000 (100.761) los que están motivados por el coronavirus, por lo que apenas suponen el 0,66% del total de afiliados. Se trata de una reducción del 26% desde el pasado mes de octubre, cuando entró en vigor el último decreto de Erte.
No obstante, habría que sumar otros 8.398 trabajadores que están afectados por un Erte no vinculado con la pandemia (Etop), que en las últimas semanas han registrado un importante descenso del 70%, lo que refleja una mejoría de los problemas que está habiendo en la cadena de suministros. La reducción se ha producido en el sector más afectado, el de la fabricación de vehículos de motor, y también se aprecia especialmente en las provincias más vinculadas a esta actividad.