La Ceoe rechaza el SMI y reprocha a Díaz sus «aspiraciones políticas»
Considera «inasumible» los 1.000 euros y aboca al Gobierno a pactar solo con los sindicatos
El Gobierno no contará tampoco este año con el apoyo de los empresarios para una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Y ya van dos descuelgues consecutivos. Las patronales Ceoe y Cepyme han rechazado por unanimidad la propuesta del Ejecutivo de elevarlo a 1.000 euros al mes (repartidos en 14 pagas), y con efecto retroactivo desde el 1 de enero, por considerarlo «inasumible para sectores especialmente vulnerables», como el agrícola, el de la limpieza y la hostelería, que «llevan años soportando sobrecostes de todo tipo», según explicaron ayer en un comunicado.
«No es el momento», advirtieron al Ejecutivo, al que acusaron de tomar una decisión que responde «más a una aspiración política que a la lógica económica», en un velado mensaje dirigido a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
Pese a ello, el Gobierno de coalición necesita, después del contratiempo sufrido con la reforma laboral, sacar músculo a pocos días de las elecciones en Castilla y León y no dilatará más la negociación intentando atraer a los empresarios a un pacto tripartito, según deslizan desde Moncloa, por lo que previsiblemente cerrará hoy mismo un acuerdo bilateral con los sindicatos.
Porque las organizaciones de los trabajadores sí han dado el visto bueno a elevarlo a 1.000 euros, que era la petición que ellos habían realizado y además el pacto al que en realidad ya habían llegado con el Ejecutivo en septiembre.
La patronal se excusa para esta negativa en el actual «contexto económico de incertidumbre, en el que previsiblemente no se recuperarán los niveles de negocio precrisis hasta 2023, con presiones crecientes en los costes de las empresas y una notable caída acumulada de la productividad», según el comunicado enviado a los medios de comunicación.
Además, recuerdan que, mientras la remuneración de los asalariados prácticamente ha recuperado los niveles previos a la crisis, el excedente bruto de explotación todavía está muy lejos de normalizar su situación y continúa siendo un 6,6% inferior al de 2019. Así, resaltan que esto implica que las empresas van retrasadas en la recuperación de la normalidad y es un reflejo de la «difícil situación que aún vive el tejido empresarial».
La CEOE advierte asimismo de que una nueva subida de los sueldos más bajos contribuirá a aumentar los costes laborales y la presión sobre los márgenes de las empresas, lo que, unido a otros riesgos como el encarecimiento de las materias primas o los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro, pueden llevar a un menor dinamismo económico en el futuro y a una menor creación de empleo.
La patronal también recuerda que se han incrementado la cotizaciones sociales aparejadas a los salarios tras elevarse el SMI un 30% en los tres últimos años, lo que supone un coste total por empleado para las empresas que sobrepasa los 1.500 euros al mes en términos generales.
El Gobierno se mostró ayer firme en su decisión de incrementarlo 35 euros al mes ya que es «un elemento más en el avance por la dignificación de las condiciones laborales de los trabajadores más vulnerables», según explicó la ministra portavoz, Isabel Rodríguez. No obstante, las patronales sí mostraron su disposición a analizar y concretar con los sindicatos una «senda de actualización de los salarios razonable» para los próximos años en el marco de un nuevo Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva (AENC), que tienen pendiente negociar, con el objetivo de ofrecer «tranquilidad a empresas y trabajadores y, en general, al país».