La inflación no da tregua y se dispara hasta el 7,4%, el nivel más alto en 33 años
Los precios se encarecen de forma generalizada, mientras la guerra complica una pronta moderación del IPC
La subida de los precios parece no tener tregua y el fin de esta escalada que comenzó hace ya casi un año se complica cada vez más ahora que ha estallado la guerra en Ucrania. Así, la tasa interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) se elevó de golpe y porrazo 1,3 puntos respecto a enero y se dispara hasta alcanzar el 7,4%, su nivel más alto en 33 años, concretamente desde julio de 1989, según el avance publicado este lunes por el INE, que publicará los datos definitivos a mediados de marzo.
Este fuerte alza de más de un punto se debe a una subida generalizada en la mayoría de sus componentes, pero sobre todo a los incrementos de los alimentos y bebidas no alcohólicas, así como a los carburantes y combustibles.
A ello se suma la inestabilidad en los precios de la electricidad, ya que, aunque bajaron durante este mes, están muy por encima de los de febrero de 2021.
Así, como ya sucedió en enero, el fuerte encarecimiento de los precios de la luz y el gas se ha trasladado ya a la cesta de la compra y ha provocado un incremento de la mayor parte de productos y servicios de los que se abastecen los españoles en su vida diaria, lo que deriva en una importante pérdida de poder adquisitivo.
Este repunte en febrero, incluso en niveles por encima del 7%, era previsible, puesto que los precios de la luz se hundieron en febrero de 2021 debido a los fuertes vientos, al tiempo que las temperaturas más cálidas de lo habitual llevaron a una moderación del gas.
Si a esto se le suma el encarecimiento de la gasolina a máximos y la electricidad en cotas superiores a los 200 megavatios hora, el empuje al alza de la inflación era inevitable. De hecho, el incremento mensual fue del 0,6% respecto a enero, el mayor aumento en un mes de febrero en 30 años, lo que contrasta con el descenso del 0,4% experimentado el mes anterior.
Y si había esperanza en que esta deriva inflacionista tocara techo este mes y fuera ya el comienzo de una senda a la baja, el ataque de Rusia a Ucrania lo hace harto difícil y además echa por tierra el plan del Banco Central Europeo (BCE) y de la Reserva Federal de poner su maquinaria en funcionamiento para frenar la inflación a costa de una subida de tipos, algo que debe hacer sin lastrar una economía que aun no se ha recuperado de la crisis de la covid-19.
Por eso los expertos ya auguran que el conflicto va a disparar aún más esta senda inflacionista, no solo en España sino en el resto de países. Es más, Funcas calcula que si la guerra se mantiene los precios se podrían elevar un 6,5% de media este año, casi dos puntos m s que su previsión prebélica. El Gobierno, por su parte, reconoce que se trata de una subida «muy importante», que atribuye a los precios de la energía, y admite también que la evolución de los precios es el principal impacto que puede tener la invasión de Ucrania en la economía española. Así lo aseguró la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien recalcó que el objetivo actual es «evitar» que el repunte que empezó a mediados del año anterior se convierta en un factor estructural.
Economía y empleo
El Gobierno anticipa medidas para amortiguar el impacto de la guerra en la economía
Redacción