Banca y energéticas, favoritas en la Bolsa ante la incertidumbre y las decisiones del BCE
Los expertos anticipan los movimientos bursátiles tras el verano en un entorno de desaceleración
Un verano difícil que da paso a un otoño incierto. Este es el sentir general de los inversores, que encaran la vuelta al cole bursátil con el reto de ajustar sus carteras a un nuevo entorno marcado por la elevada inflación y las subidas generalizadas de los tipos de interés. El Ibex-35 despide el periodo estival con una caída del 10% desde principios de junio hasta el pasado viernes y los números rojos en lo que va de año ceden hasta el 7,8%. Es cierto que la Bolsa española se ha comportado mucho mejor que otros grandes mercados internacionales, con pérdidas acumuladas que rondan el 20% en Italia, Alemania o en algunos índices de Wall Street. Pero la tensión en el parqué nacional es más que palpable, mucho más tras unas jornadas en las que los bancos centrales han dejado claro que la prioridad sigue siendo la lucha contra la escalada de precios, aunque eso suponga entorpecer el crecimiento o incluso «causar dolor» a las familias, tal y como reconoció el propio presidente de la Reserva Federal de EE UU (Fed), Jerome Powell, en el último encuentro de banqueros centrales de Jackson Hole.
Esta misma semana, el Banco Central Europeo (BCE) autorizaba la mayor subida de tipos de su historia de una sola vez: 0,75 puntos, lo que lleva el precio oficial del dinero al 1,25%. La lucha contra la inflación supera a las crecientes expectativas de recesión. Ahora toca remontar en las jornadas que quedan de septiembre, un mes tradicionalmente negativo para el mercado.
Pero los expertos coinciden en que quedan oportunidades para volver a tomar posiciones. Sobre todo tras la reciente corrección que ha deshecho el camino alcista del verano. «Sólo hay dos cuestiones importantes a vigilar ahora: los niveles de entrada en el mercado y la posibilidad de recesión», indican desde el departamento de análisis de Bankinter.
El escenario central que maneja la firma es que el Ibex-35 despedirá el año en los 8.200 puntos. Es decir, más o menos en los niveles actuales.
Pero es previsible que esos niveles se ajusten a la baja si la macro y los bancos centrales siguen apuntando al riesgo de contracción económica. «La actitud de los bancos centrales, que priorizan el control de la inflación y de sus expectativas frente al crecimiento económico, tendrá que ser a partir de ahora el escenario base con el que trabajen los inversores», explica Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities. Víctor Alvargonzález, director de estrategia de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance, añade que «el mercado español seguirá haciéndolo bastante bien comparado con otros mercados europeos.