Bruselas propondrá un ahorro obligatorio de electricidad en horas punta

Los Veintisiete volverán a reunirse el próximo 30 de septiembre en un Consejo extraordinario de Energía para seguir discutiendo los mecanismos para limitar el precio del gas. Así lo anunció este martes el ministro de Industria de la República Checa, Jozef Síkela, quien aseguró que los Estados miembro «están comprometidos» para lograr una solución común sobre los desorbitados costes de la energía. Entre las propuestas sobre la mesa, la comisaria de Energía, Kadri Simson, ha asegurado que la Comisión Europea tratará de lograr un compromiso para un ahorro obligatorio de la electricidad en las horas punta.

La UE trabaja desde el verano para diseñar unos mecanismos que reduzcan la presión sobre la economía de la región. El anuncio de Rusia hace varias semanas de que no reanudará el suministro por el gasoducto Nord Stream 1 no ha hecho más que exacerbar la crisis energética. Por ello, Bruselas se apresura para elaborar medidas que los países europeos puedan aprobar cuanto antes. «Esperamos lograr un acuerdo antes de la temporada invernal, por eso hemos convocado un Consejo extraordinario a finales de septiembre», destacó ayer Simson durante su intervención ante el Parlamento Europeo.

Algunas de las propuestas de Bruselas cuentan ya con un «apoyo amplio» de los Veintisiete. Los países europeos están de acuerdo en limitar los beneficios de las tecnologías inframarginales —las renovables y la nuclear— y en utilizar el excedente para apoyar a los consumidores vulnerables. Del mismo modo, las compañías de petróleo, gas y carbón se han beneficiado del alto precio de la energía, por lo que se les impondrá una tasa para proteger a la industria vulnerable y realizar inversiones en tecnologías más limpias. También se espera que se aprueben ayudas que den liquidez a las empresas energéticas.

El Ejecutivo comunitario trabaja para topar el precio del gas que llega por gasoducto desde Rusia. La iniciativa, sin embargo, cuenta con el rechazo de Hungría y con las reticencias de países como Alemania, ya que creen que puede poner en peligro la seguridad energética. «Se ha planteado incluso topar todo el gas que llega a la UE, aunque aún debemos mirar qué problemas e implicaciones tendría», reconoció Simson. El continente ya ha llenado sus reservas de gas al 84%, en su mayoría gracias al gas importado desde Noruega, ahora principal suministrador de la UE. Las autoridades de este país también se han mostrado «excepticas» sobre un posible tope a la energía que envía a Europa.

«Un precio máximo no cambia la cuestión fundamental de que hay escasez de gas en el continente», aseguraba también esta semana el primer ministro noruego, Jonas Gahr Store.En España, la demanda de gas para generación eléctrica registró un incremento del 85,7% entre enero y agosto en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras que la convencional (destinada a los consumos domésticos, comerciales, industriales) cayó un 15,7%, según el Boletín Estadístico de Enagás publicado esta semana.