España, a la cola de las grandes economías en el gasto del dinero que llega de Europa
Los fondos Next Generation se atascan debido a la lentitud de la burocracia territorial
La velocidad de crucero prometida por el Gobierno para el despliegue de los fondos Next Generation este año se ha topado de bruces con un conjunto de obstáculos que está impidiendo regar la economía real con esa avalancha de recursos. «Reconociendo el esfuerzo realizado por las administraciones públicas, algunos de los resultados dejan bastante que desear (.). Las convocatorias y licitaciones autonómicas siguen a las transferencias estatales con un significativo retardo», advierte Ángel de la Fuente desde Fedea, institución que realiza un seguimiento muy marcado del Plan de Recuperación. Los expertos coinciden en que la excesiva carga burocrática es uno de los grandes retos para la correcta ejecución de este dinero. Pero este no es un problema nuevo. España ha demostrado históricamente que le cuesta -y mucho- absorber todos los recursos que llegan de Europa. Así lo reflejan los últimos datos públicos de la Comisión Europea, que nos sitúan a la cola en términos de ejecución efectiva de las inversiones.
En concreto, España destinó 34.344 millones de fondos estructurales y de inversión (EIE) a proyectos concretos en el país, un 47% de los 72.440 millones planificados para el periodo presupuestario 2014-2020. Estos recursos incluyen el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, el Fondo Social Europeo, el Fondo de Cohesión, el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural y el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca. Son los datos de ejecución más pobres de toda la Unión Europea, por detrás de Dinamarca o Italia, donde el porcentaje de gasto respecto a lo planificado ronda el 50%. Entre las economías de nuestro entorno, destaca el buen uso de Portugal. Aunque el país recibió menos dinero que España en el periodo, sin duda ha sabido exprimirlo más. En concreto, en los años analizados gastó un 78% de los 36.306 millones de euros planificados dentro del presupuesto europeo. Alemania fue capaz de gastar un 65% de lo previsto, mientras que Francia lo hizo en un 68%. El país más avanzado es, junto al vecino ibérico, Hungría, con un porcentaje de gasto del 80% sobre el total estimado. Pero ¿por qué se da esta diferencia? Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas, indica que este problema «estructural» tiene que ver, por un lado, con que «en España hay muchos más controles antes de las licitaciones que en otros países, donde incluso se han relajado en ese momento inicial para endurecerlos a posteriori». Alude además a la propia estructura administrativa del país, «con comunidades, ayuntamientos, administración central... que pueden retrasar los proyectos. Algo que no pasa en otros países.