El alza de las tarifas libres de luz las mantiene fuera del Índice de Precios al Consumo
El INE sigue sin incluir estos precios tras un año de análisis para intentar reajustar la inflación condicionada por el coste de la energía
El Instituto Nacional de Estadística (INE) sigue sin incorporar al cálculo del Índice de Precios al Consumo (IPC) el precio de las tarifas libres de la luz que pagan 20 millones de españoles, casi un año después de que el organismo comenzara a valorar la posibilidad de incluir estos precios para un cálculo más ajustado a la realidad de la inflación.
Hasta ahora, el índice de precios solo tiene en cuenta el importe de las tarifas reguladas (un 38% del mercado, con nueve millones de suministros), pero deja fuera al resto, que es la mayoría. La incorporación de las tarifas libres estaba llamada a ser la medida para que el IPC se reajustara y, en la práctica, no subiera tanto como lo hacía principios de año. Entonces, gran parte de los precios de esta modalidad se encontraban por debajo de la tarifa regulada y, sobre todo, evitaban las oscilaciones diarias de precios que marcaba el mercado eléctrico.
Sin embargo, cuando se puso en marcha el tope ibérico, la tarifa regulada ha conseguido estabilizarse a pesar de repuntes como el de agosto, y en muchos casos se encuentra por debajo del precio de las libres, que han tenido que ir actualizándose al alza y, a la vez, incorporar el coste del ajuste del gas.
En este contexto, el INE «sigue trabajando» en el proceso para añadir las tarifas reguladas, indican en la institución. Y lo hace desde enero. La abrupta salida de su presidente, Juan Rodríguez Poo, en verano por «motivos personales», tras varios meses de desencuentros con el departamento que dirige Nadia Calviño, se saldó con un nuevo cargo (Elena Manzanera) que tenía en la reformulación del IPC y el PIB sus dos grandes retos.
A punto de finalizar el ejercicio, el dato que publica el INE sigue sin reflejar una buena parte del precio que pagan millones de consumidores por la luz. Y siendo la electricidad el producto que más ha tirado de la cesta de la compra hacia arriba, el organismo viene trabajando desde hace meses en la fórmula para incluir todos los contratos eléctricos en el registro oficial del IPC.
No es técnicamente fácil, tal y como ha reconocido siempre la institución. Tanto es así, que el INE quería incorporar esos contratos del mercado libre al dato de la inflación oficial el pasado mes de enero. Y diez meses después sigue sin hacerlo. Entonces «no fue posible», indican fuentes de Estadística.
Proceso eternizado
La propia vicepresidenta Calviño ha considerado siempre que esta situación se traduce en «una rápida transmisión en la inflación». Cada euro que sube el kilovatio hora de la tarifa regulada, sube directamente el IPC. Suponía «una sobreponderación» de una tarifa concreta, según Calviño. Pero ahora, con los cambios registrados en el mercado en los últimos meses, contar con las tarifas libres no cambiaría tanto el IPC e incluso podría provocar un alza inesperada estadística de precios. Para incorporar esa masa de contratos es necesario que las eléctricas aporten sus datos. Dada la complejidad, las compañías llegaron a pedir una ampliación del plazo otorgado y espera que la información la tenga el INE en el menor tiempo posible. Pero ese día no termina de llegar.