La cesta de la compra sigue tensionada en enero a pesar de las rebajas del IVA

Después de subidas incesantes de los precios de los alimentos el Gobierno decidió rebajar o suprimir el IVA de los alimentos básicos. Este mismo lunes el INE revela el dato de la inflación de enero que debería caer debido a esta medida, sobre todo en el caso de la tasa subyacente —que no incluye frescos ni energía— que es ahora mismo la mayor preocupación del Ejecutivo y de los consumidores.

Los supermercados argumentan subidas de costes de las materias primas por los fertilizantes y del transporte por los carburantes, pero lo cierto es que ambos están bajando desde hace meses.

Lo importante es ver cuándo se empezarán a reflejar esas reducciones de costes en los precios o analizar si las empresas están ampliando sus márgenes de beneficios, como apuntan desde una parte del Gobierno. La asociación nacional de las empresas de distribución (Anged), entre las que se encuentran Carrefour, El Corte Inglés o Eroski, rechazan que se estén enriqueciendo y calculan que han asumido un sobrecoste de 8.400 millones de euros por el alza de costes tras la guerra de Ucrania, lo que está afectando a sus márgenes.

Pero los datos extraídos por este periódico de la herramienta de monitorización de precios de Soysuper Insights revelan que los alimentos han subido un 14,3% en enero respecto al mismo mes de hace un año, mientras que en diciembre lo habían hecho un 14%.

Esto demuestra que pese a la rebaja del IVA, los precios de los supermercados no están reflejando este ahorro. Es más, algunos de los que tienen el IVA al 0% también están viendo subir sus precios en enero más que en diciembre. Es el caso del pan, que subió en diciembre un 19,9% y en enero el alza ha sido del 20,2%; y de la leche, cuyo incremento fue del 25% en diciembre y ha sido del 26,1% en enero, según los mismos datos. Aún así, un reciente informe de la Comisión Europea revela que la rebaja del IVA llevada a cabo en España ha garantizado que los precios hayan bajado «alrededor del 3,5%», frente a la subida del 1% experimentada en enero en Alemania sin aplicar esta misma medida.

Señala además que los precios de un gran supermercado pueden diferir mucho de los de otros más pequeños o tiendas de barrio porque cada establecimiento se enfrenta a diferentes grupos de consumidores y condiciones de mercado regionales. La única solución para que los alimentos bajen notablemente de precio es la intervención del mercado, aseguran desde Facua.

La asociación de consumidores considera que después de subidas del 20% o 40% en algunos alimentos, una rebaja del IVA de unos pocos puntos «no tiene ningún efecto y apenas se nota en el gasto mensual de los consumidores».

Su secretario general, Rubén Sánchez, explica que la solución pasa por intervenir precios o márgenes de beneficios de empresas de distribución, fabricantes o intermediarios. «Hay que estudiar a quién afectaría, si solo a las grandes empresas a partir de determinados márgenes», señala. La escasez sube los precios Y un análisis de Fedea avala las suposiciones de los consumidores: la rebaja del IVA supone un ahorro de solo seis euros al mes por hogar o lo que es lo mismo, de 39 euros en los seis meses que se aplicará la medida. Los más favorecidos además serán las familias cuyos ingresos estén por encima de los 200.000 euros al año, que ahorrarán 60 euros en este periodo. Pero los expertos consultados no tienen tan claro que una intervención en el mercado sea la solución más eficaz. El director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres, explica que el impacto final en la cesta de la compra no dependerá solo de la rebaja del IVA, sino que influyen muchos factores como la cantidad de oferta. Y pone el ejemplo del aceite de oliva, cuya producción descendió el 50% en 2022 por las malas condiciones meteorológicas, por lo que su precio depende de su disponibilidad. A su juicio, lo más importante es el papel fundamental que juega Competencia (CNMC) que será quien tenga que realizar una trazabilidad de los márgenes y en caso de sospecha, «investigar y sancionar». Es una medida «más eficaz» que intervenir precios porque en un mercado tan diversificado hay mucha dificultad para fijar cuáles son los precios que habría que controlar y que pueden generar problemas de desabastecimiento o incluso un mercado negro, explica.