Guindos reconoce el error del BCE con la inflación y anticipa tipos más altos
El vicepresidente vuelve a posicionarse con el ala dura y deja
Hace una semana que el Banco Central Europeo (BCE) decidió elevar sus tipos de interés en 50 puntos básicos hasta el 3% en su lucha contra la inflación. Y el mercado ya descuenta desde hace tiempo que el organismo hará el mismo movimiento en marzo. Ahora, el vicepresidente de la institución, Luis de Guindos, se posiciona en el ala más dura y abre la puerta a ir un paso más allá. El número dos de Christine Lagarde explicó este jueves que «la batalla contra la inflación no está ganada y no descartaría nuevas subidas de los tipos de interés después de marzo». Es decir, abre la puerta a que los tipos se sitúen ya en verano en el 4% o incluso algo más, frente al 3,5% en el que quedarían tras la reunión de marzo con la esperada nueva subida de otros 50 puntos básicos. El BCE insiste en que irá ‘partido a partido’, según evolucione la situación macroeconómica. Pero la presión de los ‘halcones’ (como se conoce a los miembros del BCE que abogan por una política más restrictiva), es cada vez mayor para mantener a raya la inflación. Habrá otra subida en marzo. Y, según Guindos, «luego veremos qué haremos, no descartaría más subidas de tipos después».
«El ala más dura del BCE parece dispuesta a no permitir que la institución se pliegue a los ruegos políticos, como ha sucedido otras veces», indica Juan J. Fernández-Figares, analista de Link Securities. Por eso, considera que el organismo monetario empujará para que las tasas de interés sigan subiendo hasta que logren moderar el crecimiento de los precios. «Pensamos que las tasas oficiales en la Eurozona van a subir más de lo que esperan ahora muchos inversores, sobre todo dada la resistencia mostrada por la economía y por el mercado laboral de la región», indica el experto. Guindos muestra así una mayor agresividad que la anticipada por Lagarde tras la última reunión del organismo. Y también se posiciona como uno de los primeros miembros del BCE en admitir el completo desatino con las previsiones inflacionistas desde 2021, cuando los precios empezaron a repuntar. «Los bancos centrales y muchas otras organizaciones creyeron durante mucho tiempo que el aumento de la inflación era temporal. Tengo que admitirlo: eso fue un error», indica el ex ministro de Economía español en una entrevista con el periódico alemán ‘Süddeutsche Zeitung’.
«Todos subestimamos la persistencia de la inflación», reconoce. Y aunque explica cómo el BCE ya decidió en diciembre de 2021 detener sus compras dentro del programa frente a la pandemia, confiesa: «deberíamos haber comenzado a reaccionar incluso antes». La inflación de la zona euro despidió enero en el 8,5%. Sin duda, supone cierta moderación desde el pico del 10,6% alcanzado en octubre del pasado año. Pero sigue en niveles muy elevados. Y la subyacente se mantiene en máximos al 7%. De ahí que el BCE se haya visto obligado a acometer subidas de tipos de 50 puntos básicos, por encima de las acometidas, por ejemplo, por la Fed, que en su último encuentro recortó el ritmo a 25 puntos básicos.