La UE reprocha a España la «farragosa burocracia» de los fondos europeos
Europarlamentarios piden mayor «transparencia» al Gobierno para conocer el destino final del dinero
Finaliza la visita que la delegación de la comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo ha hecho esta semana a España para examinar la ejecución de los fondos europeos. Y lo hace con una buena noticia —no ha hallado ningún indicio de fraude— pero con algunas exigencias sobre todo en materia de agilidad y transparencia.
La jefa de la delegación, Monika Hohlmeier, ofreció ayer una rueda de prensa en la oficina del Parlamento Europeo en Madrid en la que concluyó que los sistemas de control de los fondos europeos que tiene España sufren «una serie de retrasos» que impide que rastrear la información de forma más completa. «No se nos ha comunicado ninguna información de ejecución real contable de los fondos, no hemos visto una cadena que sería muy útil que comience en el desembolso y termine en el gasto en el usuario final», explicó la europarlamentaria alemana. El objetivo es que se lleguen a conocer «detalladamente» a todos los beneficiarios, aunque Hohlmeier reconoció que esto «no es fácil» porque son «miles y miles de datos que hay que cruzar».
Por ello, pide a España verter la información que está recopilando en una plataforma «más accesible» para dar «más transparencia». Tras su visita a España en la que la delegación se ha reunido con algunos consejeros autonómicos, directivos de empresas, sindicatos, periodistas de investigación y consultores, la jefa de la comitiva indicó que la carga administrativa es «una queja común» en todos los ámbitos. «Hay que garantizar que los fondos lleguen a la economía y a los ciudadanos de una forma rápida, segura y que den resultados. Se nos ha hablado de procedimientos muy técnicos y una burocracia farragosa que hay que mejorar», lamentó. También detectaron que, aunque los sistemas de control de fondos (CoFFEE y Minerva) están operativos y funcionan, han sufrido «una serie de retrasos». Recomiendan además que el Tribunal de Cuentas reciba un «acceso permanente» a estos sistemas.
Tras este análisis, que ahora tienen que estudiar con la Comisión Europea y el Tribunal de Cuentas para redactar un informe que se hará público en las próximas semanas, la comisión exige que el Gobierno central «profundice» su diálogo con las comunidades autónomas porque aunque la solución de cogobernanza es muy positiva, han llegado a la conclusión de que «muchas de sus propuestas no se tienen en cuenta».
Rebaja de penas por malversación Por otro lado, la comisión destacó que la modificación del Gobierno de Sánchez del delito de malversación puede perjudicar al proceso de recepción de fondos europeos. Hohlmeier recordó al Ejecutivo que Bruselas tiene «tolerancia cero» con la corrupción y exige que se aplique de la misma forma en España. «No somos el órgano que debe analizar si esto se está o no cumpliendo, veremos qué nos transmite la Comisión Europea», indicó la comisaria.
«No debe haber excepciones. No queremos inmiscuirnos en cuestiones de Código Penal español pero en caso de que hubiera una infracción grave se podría aplicar la cuestión de excepcionalidad» (que anula la recepción de dinero europeo), explicó Hohlmeier ante los medios.
Y aunque la delegación no ha hallado indicios de fraude en la ejecución de los fondos, remarcó que hay un hito no cumplido que es la reforma de las pensiones, que el Gobierno se comprometió a llevar a cabo en diciembre de 2022 y aún está pendiente. Hohlmeier aseguró que la reunión con el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en la tarde del martes fue «muy productiva» y que les concedió «mucho más tiempo del que estaba previsto» para darles todo tipo de explicaciones e información sobre la marcha de esta reforma.
La comisaria no se aventuró a prever para cuándo estará lista la reforma pero advirtió de que el Gobierno tiene que alcanzarlo este año sí o sí porque «se arriesgan a las consecuencias por no cumplir este objetivo». Su impresión es que el Gobierno está «muy comprometido» con esta cuestión y que «no se quedará de brazos cruzados». «No hay perspectiva de cortarle el grifo a España», dijo.