Ferrovial se afana en justificar ante el Gobierno su salida de España
La constructora trata de tranquilizar a los ministerios sobre la veracidad de su traslado de sede social ante las dudas generadas
Ferrovial trata de apagar los fuegos que han crecido en torno a su decisión de trasladar su sede social desde España a Países Bajos, avivados por la indignación del Gobierno con esta operación. El cambio, aunque legal, ha puesto a la constructora bajo la lupa de varios ministerios y organismos públicos, que vigilan la realidad de ese movimiento de domicilio fiscal. Son precisamente esas dudas las que el grupo está tratando de sofocar desde que el martes por la noche hiciera públicas sus intenciones. Responsables del grupo, incluido su presidente, Rafael del Pino, están en contacto con el Ministerio de Hacienda, el de Economía o el de Trabajo para insistir en que su traslado responde a una realidad —el establecimiento de una sede en Ámsterdam, epicentro de las inversiones en toda Europa— y no a una ficción —un mero traslado maquillado para pagar menos impuestos—.
Fuentes de la compañía indican que esos contactos están siendo habituales estos días mientras que desde el Ministerio de Economía apuntan que están «analizando en qué se sustancian los argumentos esgrimidos por Ferrovial y sus implicaciones». Sin embargo, descartan que el departamento dirigido por Nadia Calvio esté preparando una normativa ‘ad hoc’ para evitar más casos como éste.
En el Ejecutivo siguen muy que molestos con una decisión que conocieron casi al mismo tiempo que el mercado bursátil, cuando la corporación anunció sus intenciones con «un comunicado y una presentación de tres hojas» para justificar este cambio, ironizan fuentes gubernamentales.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado que mantuvo una «conversación cordial» con el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, en la que le trasladó que «el Gobierno de España lamentaba que se hubiera producido» esa intención de irse a Países Bajos. «No nos parecía que, después de cómo España había tratado a Ferrovial durante toda la democracia». También la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz ha mantenido una «intensa» conversación con Del Pino este mismo miércoles, según indican fuentes gubernamentales. En esa conversación telefónica, Díaz le pidió explicaciones y le exigió garantías con el empleo en España.
La empresa insiste en que mantendrá su actividad en España, así como el empleo y el pago de los impuestos que le correspondan, aunque guarda mutismo absoluto sobre el impacto que pueda tener esta decisión en futuras adjudicaciones de obra o contratos con la Administración. Las reacciones del mundo económico también ha llegado desde el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, para quien la cuestión de la sede social tiene «un valor simbólico» y lo importante es el nivel de actividad y empleo que genera en el país. Los filtros bursátiles El paseíllo de Ferrovial frente a varios departamentos ministeriales tendrá su proceso reglamentado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores. El supervisor «desconoce» las «dificultades» que ha esgrimido la compañía para tener que trasladarse al mercado bursátil de Ámsterdam para después dar el salto a EE UU. Fuentes de la CNMV muestran su «sorpresa» por los argumentos explicados a la propia Comisión en un hecho relevante más detallado este jueves. A su juicio, ya está demostrado que hay muchos accionistas americanos y de todo el mundo en empresas cotizadas en España sin tener que realizar este estratégico movimiento. El organismo presidido por Rodrigo Buenaventura se encargará a partir de ahora de verificar que la información que la compañía ofrezca a los accionistas sea «completa y transparente». Después, una vez finalizado el proceso, la CNMV tendría que admitir a negociación en la Bolsa española las nuevas acciones de Ferrovial ya con su sede establecida en Ámsterdam. Mientras, el mercado bursátil español sigue aplaudiendo la decisión: Ferrovial ha subido un 4,5% en Bolsa desde el martes, tras el 2,7% que repuntaba solo este viernes.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ejercido de cabeza visible en las críticas de todo el Ejecutivo a Ferrovial, en términos generales, y su presidente, Rafael del Pino, de forma particular, por el traslado de la sede social a Países Bajos. Después de que varias fuentes gubernamentales deslizaran que la decisión respondía a un «interés personal» del empresario para pagar menos impuestos en Ámsterdam, el propio Sánchez apuntó ayer desde Finlandia que «la patria no es solo hacer patrimonio, es ser solidario, arrimar el hombro, y ayudar, sobre todo, cuando tu país te necesita».