«España debe controlar el gasto público con ayudas que sean específicas y temporales»
—¿Qué le parece la decisión de Ferrovial de trasladar su sede social a Países Bajos por razones de «seguridad jurídica»?
— Sobre este caso concreto no voy a hacer ninguna valoración. Lo que le puedo decir es que en Europa es muy necesario avanzar para completar la Unión de Mercados y Capitales. Pese a que compartimos la misma moneda, los mercados en Europa están fragmentados; hay diferentes marcos legales y diferentes reglas impositivas. Debemos facilitar que exista mayor unidad en ese aspecto para que las empresas europeas tengan mayor facilidad de financiación y puedan crecer y expandirse. Se están dando pasos en esa dirección, pero todavía no son suficientes y hace falta seguir trabajando
—Países como España han tenido durante estos años una enorme dependencia de los estímulos del BCE y la política de tipos cero. ¿Nuestro país está preparado para este nuevo escenario?
—Cuando miro las cifras económicas de España, son bastante robustas. Si miras el PIB es mejor que muchos otros Estados miembros. Si miras la inflación es mejor que muchos otros Estados miembro. Es verdad que en desempleo, con casi el 13%, las cifras no son tan buenas como la media en la zona del euro, que es del 6.7%. Ahora, por supuesto, el gasto público debe estar bajo control y se deben tomar medidas apropiadas que sean específicas, temporales y adaptadas para no desaprovechar el gasto público y adaptarlo adecuadamente para que no alimente la demanda de manera excesiva.
—¿Es sostenible para un Gobierno vincular la subida de las pensiones con la evolución de la inflación y hacerlo por ley?
—La indexación de la inflación no nos ha ayudado en el pasado y, en general, ha contribuido a alimentar una inflación que se fue de control. Nuestras economías se quedaron atrapadas. Es por ello que no creo que sea buena idea volver a eso.
—¿Cree que es el momento de que los empresarios y los sindicatos firmen un pacto de rentas para afrontar esta situación?
—Sí, absolutamente. Creo que es lo más inteligente.
—En España parece imposible...
—Mire, lo que parecía imposible hace dos o tres años es posible hoy. Por ejemplo, nunca hubiéramos imaginado que Europa emitiría deuda conjunta para crear el Fondo de Recuperación y Resiliencia con el que apoyar a los países más afectados por la pandemia. El problema al que nos enfrentamos ahora es una inflación demasiado alta y a tipos de interés que suben para controlarla. La situación requiere de adultos que puedan sentarse en una sala y decidir cuál es el interés de todas las partes interesadas, no solo de una frente a las demás, sino de todas ellas. Así que espero que sí.
—Una década después del rescate financiero, ¿cuál es la situación de la banca española?
—Los bancos españoles se han consolidado considerablemente. Son mucho más fuertes, con índices de capital más altos. Están un poco por debajo de la media de la zona euro, pero en conjunto están mucho más fuertes que hace unos años.
—El sector ha criticado duramente el nuevo impuesto excepcional del Gobierno. ¿Qué le parece este nuevo impuesto?
—Al BCE le pidieron dar una opinión al respecto y la dimos. Planteamos varias cuestiones, en particular con respecto a la base de la tributación, al posible impacto que tendría en la estabilidad financiera y en la solidez de los bancos. Nuestro dictamen es público, y no tengo nada más que añadir a él.