Más de la mitad de los empleados fijos discontinuos no trabajan
El dato que el Gobierno guarda celosamente distorsiona la cifra de parados, que rozaría los 3,3 millones
Más de la mitad de los afiliados con un contrato fijo discontinuo no trabajan aunque tengan un empleo. Concretamente, a cierre de 2022 había un total de 443.078 fijos discontinuos que se encuentran en situación de inactividad pero que, sin embargo, no computan en la lista del paro. Este es el dato que el Gobierno guardaba celosamente desde hace meses mientras partidos de la oposición como PP y Vox, organismos económicos como el Banco de España o Fedea e incluso los propios sindicatos le exigían sacar a la luz.
Esta cifra de casi medio millón de fijos discontinuos sin trabajo, a la espera de que la empresa les llame de nuevo, supone una distorsión de la cifra real de parados. Así, mientras el número total de desempleados a cierre de 2022 se situaba en los 2.837.653 según la estadística oficial, esta cifra se elevaría hasta rozar los 3,3 millones si se suman todos estos trabajadores que tienen un contrato en vigor pero que, sin embargo, no tienen empleo en ese momento y, por tanto, no reciben un salario. Es el paro efectivo del que habla Fedea, aunque este think tank lo eleva hasta superar los 3,5 millones.
Lo paradójico del tema es que no ha sido la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la encargada de desvelar este dato que en reiteradas ocasiones se le ha demandado, sino que se ha filtrado a través de una respuesta parlamentaria que da el Gobierno a una pregunta de dos senadoras del PP.
La vicepresidenta se defiende
Es más, cuando estos datos ya se habían registrado en el Senado, el número dos de Díaz, el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, negaba estar en disposición de dar estas cifras y explicaba que la nueva estadística que desglosaba los fijos discontinuos en función de si estaban en actividad o no se iba a hacer esperar incluso «varios meses», puesto que exige un «gran esfuerzo de delimitación de figuras» por parte de los técnicos del departamento que «requiere de tiempo». Así lo defendió tras la rueda de prensa del paro el pasado jueves, 2 de marzo, mientras que el Ejecutivo respondía a esta cuestión el 27 de febrero.
Sin embargo, estos datos que hasta ahora han evitado publicar los tiene contabilizados el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) en la estadística que publica cada mes. Así lo reconoce ahora el Gobierno en su respuesta. El texto es apenas una página pero contiene una tabla con todos los datos mes a mes desde enero de 2022 hasta diciembre de 2022, desglosando los fijos discontinuos que reciben prestación de los que no cuentan con una ayuda por desempleo. Así, se puede apreciar que aunque no computen como parados, más de la mitad reciben una prestación por desempleo. Concretamente, 268.402, mientras que otros 174.676 no tienen esta ayuda por no haber generado todavía derecho a paro o por haberla consumido.
El Ministerio de Trabajo, sin embargo, alega que esta estadística es un «dato bruto que no refleja adecuadamente la realidad y por eso está siendo sometida a un proceso de revisión técnica profunda, para darle robustez y claridad a los datos». Promete hacer públicos los datos «en cuanto estén depurados y actualizados».
La vicepresidenta Díaz se escuda constantemente de las acusaciones contra ella por «maquillar» los datos del paro argumentando que su Gobierno no ha cambiado la forma de contabilizar el desempleo y que los fijos discontinuos nunca han figurado como parados registrados, pese a existir desde hace más de treinta años.
Y esto es así, pero lo que es una realidad es que hasta la entrada en vigor de la reforma laboral, los fijos discontinuos eran un contrato residual en el mercado laboral español, pero han eclosionado al prohibir prácticamente la nueva norma el uso del contrato temporal, que queda limitado a unas causas ahora muy concretas y a una duración máxima. De hecho, el tipo de contrato eventual más utilizado, el de obra y servicio, ha sido suprimido de la regulación.
Por ello, los trabajadores fijos discontinuos se han duplicado con creces en este último año. Si en diciembre de 2021 apenas había 381.985 afiliados con este tipo de contrato, a cierre de 2022 se elevaban hasta superar los 833.000. El pico se alcanzó en octubre del año pasado, cuando se rozó el millón de fijos discontinuos, aunque entonces solo un 30% estaban inactivos.